Ante el imparable avance de los dispositivos electrónicos, las redes sociales, las aplicaciones, los chats que hacen cada vez más «digitalizado» nuestro mundo, pueden surgir espontáneamente algunas preguntas en los educadores: ¿cómo hacer que los niños hagan un uso adecuado de la tecnología?

¿Cuándo proponer ciertas herramientas? ¿A qué edad, por ejemplo, pueden tener un teléfono móvil o ser miembro de una red social?

Todo en su momento, dicen los sabios: esta máxima debe aplicarse también al uso de la tecnología.

Por lo tanto, con cautela -y sin pretender resolver de una vez por todas un problema en constante evolución- intentaremos ofrecer, a continuación, algunas pautas sencillas.

Para los más pequeños…

1) No a la televisión, tablets y teléfonos móviles antes de los dos años de edad

Los pediatras están de acuerdo en general con esta indicación (hemos tomado como ejemplo Italia y Estados Unidos): no hay «ventajas educativas» si se someten a los niños menores de 24 meses a imágenes, vídeos, dibujos animados o juegos electrónicos.

Por el contrario, serían factores que limitarían su crecimiento. En esa fase, de hecho, el niño necesita algo más para su desarrollo (manipulación, implicación de varios sentidos, actividad motora, descubrimiento del mundo de una manera «tangible»). La visión pasiva de un contenido digital/virtual no tiene estas características. Además, las imágenes multimedia son demasiado complejas para la actividad neuronal presente a esa edad.

Ciertamente, como no vivimos en Marte, sino en un mundo en el que estamos inmersos en un contexto multimedia, sería una utopía imaginar que nuestros hijos nunca tengan ningún tipo de contacto visual con dispositivos o pantallas antes de los dos años de edad.

Siendo realistas, les aconsejamos que lo eviten en la medida de lo posible (por ejemplo, eviten mantener el televisor encendido constantemente en casa) y que no busquen específicamente actividades de entretenimiento multimedia para ellos (mostrando vídeos o dibujos animados…), no porque sea incorrecto en sí mismo, simplemente porque todavía no es el momento!

Lo que se puede hacer, sin embargo, ya desde los primeros meses, esponer un CD de música: hay inclusodiscos diseñados específicamente para recién nacidos, cuyas palabras se sustituyen por sílabas, con el fin de acercarse a su forma de comunicar y simular el latido que se escucha en el útero, donde se han sentido seguros y cuya “memoria” queda.


2) Entre 2 y 5 años: no más de una hora al día delante de una pantalla

Los dibujos animados o vídeos adecuados para los niños pueden ser herramientas de entretenimiento y tener un valor educativo en esta etapa, pero no deben ser la actividad principal del día. Es importante elegircontenidos de calidad, no violentos ynunca dejar a los niños solos con sus teléfonos o tablets en las manos. La actividad digital debe compartirse siempre con los padres.

Evite la noche tanto como sea posible: puede perturbar su sueño. Un libro es mucho mejor antes de acostarse.

Para los niños…

3)¿Cuándo regalar el primer teléfono móvil?

Por ley – al menos en Italia – no se puede registrar una tarjeta telefónica a niños menores de 8 años y, normalmente, los niños reciben su primer teléfono móvil a los 9 años.

¿Cómo comentar estos datos? ¿Es demasiado pronto? Los pediatras aconsejan generalmente no regalarlo antes de los 10 años; algunos pedagogos sugieren no regalar el teléfono móvil hasta los 11-12 años y el smartphone hasta los 13-14.

Sin embargo, los situaciones pueden variar: es bueno evaluar el riesgo de exclusión o la posibilidad de que los niños utilicen el teléfono de un compañero, sobre el que no se puede ejercer control alguno. Nuestro consejo es decidir con sentido común, evaluar la madurez y el sentido de responsabilidad alcanzado por su hijo y sobre todo establecer algunas reglas de uso (por ejemplo, no usarlo más de una hora al día y desconectarlo inmediatamente después de la cena). Puede ser útil adoptar sistemas de protección tales como: control parental, comprar teléfonos móviles diseñados específicamente para niños, establecer medidas de seguridad para evitar que naveguen por Internet en páginas inadecuadas, dejar claro al niño que las actividades realizadas con el teléfono móvil siempre deben ser compartidas con el padre, etc. Estas son sólo algunas pautas orientativas.

4) ¿Cuándo puedo inscribirme en una red social?

La edad mínima para registrarse en una red social o en una aplicación de mensajería en Europa no es sólo un problema educativo para los padres: de hecho, existe un Reglamento europeo (GDPR) del 25 de mayo de 2018 sobre la privacidad y el tratamiento de datos personales. El artículo 8 de este Reglamento prohíbe la prestación directa de servicios digitales (es decir, el registro en las redes sociales y los servicios de mensajería) a niños menores de 16 años.

Este límite puede ser reducido aún más por los Estados nacionales y, por ejemplo, Italia ha establecido un umbral más bajo: 14 años.

Actualmente, en Italia, los menores de 13 años no pueden registrarse en las redes sociales -en virtud de la ley americana a la que se refieren las empresas propietarias de las redes sociales- mientras que entre los 13 y los 14 años es posible, pero con la autorización de los padres, que son responsables de cualquier daño causado por sus hijos en la red.

Aunque estas sean las reglas, no es extraño que los padres consientan a sus hijos el «camuflaje» de su edad permitiendo su inclusión temprana en el mundo de las redes sociales, quizás sin darse cuenta de que no es por su propio bien…

Nuestro consejo general para los padres es no tener prisa y saber decir que no cuando sea necesario.

En este artículo hemos pensado especialmente en los «medios digitales». Para los libros y las películas se aplican los criterios de sentido común que siempre han seguido las familias equilibradas; los libros y las películas inmorales o amorales deforman el juicio y, por lo tanto, hay que tener cuidado en el «uso»: umbral de edad adecuado -sin olvidar que hay contenidos inapropiados para todos-, considerar el nivel de educación, tomar «contramedidas», etc.

En conclusión, como repetimos a menudo, lo más importante es la educación de la persona, que la hace verdaderamente libre, responsable de sí misma.

Parte de la educación mediática consiste en respetar el tiempo de maduración de los más jóvenes, no en quemar las etapas.

Volvamos a reiterarlo: cada cosa en su momento.

Previous

Quizá no toda la culpa es de las redes sociales Enseñar a mirar, escuchar, y empatizar

Next

¿Cuál es la película del año 2019? Resumen de cuatro film de 5 estrellas

Check Also