Una mirada equilibrada y atenta a las redes sociales, también desde la fe cristiana
“Redes sociales:puertas de verdad y de fe; nuevos espacios de evangelización”: Mensaje de Benedicto XVI sobre la comunicaciones sociales del 2013
Que un Papa teólogo de 85 años haya aceptado tuitear mensajes periódicamente ha despertado una gran atención en los medios, y también polémicas – ya casi apagadas – en algunos ambientes católicos.
Pasado el interés por el hecho novedoso y por el volumen alcanzado de seguidores, se ha prestado menos atención periodística a su reflexión sobre las redes sociales, con motivo del Mensaje en la 47a. Jornada de las Comunicaciones Sociales. La ofrecemos aquí, con un breve comentario sintético de Familyandmedia.
La mirada de Benedicto XVI es serena y equilibrada, sin consideraciones particularmente novedosas, sin tonos triunfalistas tecnológicos ni juicios desmesurados, aunque no faltan advertencias críticas de buen sentido.
Sus consideraciones parten de una constatación llena de realismo: “El ambiente digital no es un mundo paralelo o puramente virtual, sino que es parte de la realidad cotidiana de muchas personas, especialmente los más jóvenes. Los newtork sociales son el fruto de la interacción humana, pero esos, a su vez, dan nuevas formas a la dinámica de la comunicación que crea relaciones: una comprensión atenta de este ambiente es el prerrequisito para una presencia significativa en ellas”.
De ahí se siguen consecuencias para sus usuarios, quienes quiera que sean, todos en general con las finalidades más variadas, o también aquellos cristianos que quieren hacer presentes las verdades del Evangelio en esa nueva esfera pública que configuran las redes sociales.
A todos los usuarios se debería exigir autenticidad si lo que se pretende a través de ellas es instaurar verdaderas formas de comunicación humana, y no meros intercambios de informaciones, opiniones o, en el peor de los casos, instrumentalización persuasiva ligada a la popularidad o a la celebridad. De hecho las redes sociales más afirmadas exigen una identidad definida de sus usuarios, aunque sólo sea por autoprotección de los intereses comerciales de las redes.
La propuesta del Papa va más allá, es exigencia de una verdadera conversación. Las redes sociales requieren, para serlo de verdad, un esfuerzo por parte de todos de abrirse al diálogo razonado, a la argumentación lógica. Solo así serán realmente inclusivas.
Los cristianos, cuando las usan para hacer presente a Cristo en las redes, no lo hacen solo para estar “al paso con los tiempos, sino para permitir a la infinita riqueza del Evangelio de encontrar nuevas formas de expresión capaces de alcanzar las mentes y el corazón de todos”. En este sentido, el apelo de un joven, inusual participante en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo de la Cultura, a sus miembros es elocuente: “No debéis cometer el error de estar en Twiter para escribir en 140 caracteres sólo porque los jóvenes lo hacen. Cristo ha dicho de amar a tu prójimo como a ti mismo en menos caracteres y lo ha hecho hace más de 2.000 años. Debéis usar estos 140 caracteres para hacer lo que siempre habéis hecho, para multiplicar este mensaje en millones de modos diversos”.
El Papa, a estos últimos, les recuerda que Dios habla en el “susurro de una brisa ligera” (1 Reyes 19, 11-12) y, por ello, el “contacto” debe abrir el paso al encuentro personal con otras personas, otros cristianos, también en la oración y en la liturgia, o en las peregrinaciones.
“No cometáis el error de estar en Twiter para escribir en 140 caracteres sólo porque los jóvenes lo hacen” ha dicho Alessio Antonielli, un joven que ha participado en la reciente asammblea plenari a del Pontificio Consejo para la Cultura.