El sonido del teléfono interrumpe de repente el silencio sordo de mi habitación. Perezosamente, dejo que suene un segundo. Es el tiempo justo para ver las primeras gotas de lluvia de otoño que caen ruidosamente contra el cristal de mi ventana como moscas atraídas por la luz de una farola de verano. Al otro lado de la línea, dos voces me desean cordialmente buenos días. Y ciertamente buenos días, porque ahora estoy hablando con personas que dedican su vida a los demás sin pedir nada a cambio. Estas dos personas son la señora Rosanna De Lucia y su hija Mariangela Affinita, de la Fundación Angelo Affinita.

Tengo ante mí una página de preguntas que imprimí la noche anterior, pero decido por una vez improvisar. No quiero hacer una entrevista como he hecho tantas veces antes, sino tener un diálogo verdadero para entender qué es lo que impulsa a las personas a entregarse diariamente por el bien de los demás a miles de kilómetros de su propia casa, sin siquiera conocerlos y probablemente, ni siquiera llegar a conocerlos. Y así empiezo, inicialmente con una voz suave y tímida, inspirándome en dos frases de Angelo Affinita que leí la noche anterior. Gran literatura.

“La agencia es un bien social” y “es el hombre el que hace la diferencia”. Son palabras de Angelo Affinita. Son frases que expresan su humanidad y su visión. Cuéntame, ¿quién era Angelo Affinita y cómo nació la idea de su fundación?

Angelo Affinita era un hombre que, primero como empresario, amaba poner a las personas en el centro de sus proyectos de vida. Esta visión social suya siempre estuvo presente en su mente, ya fuera en casa con la familia y los amigos, o en la agencia con sus colaboradores. Sin olvidar su mensaje, quisimos crear una fundación en su memoria. De esta manera continuamos su obra de solidaridad y asistencia social teniendo siempre presente su gran experiencia humana.

¿Hay algún proyecto en marcha de educación mediática para ayudar a los adolescentes a familiarizarse y saber cómo afrontar nuevos problemas que no se deben subestimar, como el ciberbullying, el juego y las adicciones a los videojuegos?

Entendemos muy bien todos estos problemas que, tienes razón, no se deben subestimar en absoluto. Se habla muy poco de ellos, pero sin duda el ciberacoso, el juego y la adicción a los videojuegos son las nuevas enfermedades de este milenio. Han creado la necesidad de una cultura que sepa defenderse de las trampas, los peligros y las perturbaciones que provocan las dependencias, sin demonizar las nuevas tecnologías que son de gran utilidad en la vida cotidiana. Como fundación, todavía no tenemos un proyecto en marcha sobre este tema, pero no lo excluimos de nuestro trabajo en el futuro próximo.

Pero creemos que, con la ayuda de cursos específicos y consultas con expertos y psicólogos en este campo, la presencia y la educación de la familia es muy importante. Una madre que siga a sus propios hijos, enseñándoles a tener una relación clara y adecuada con la tecnología será mil veces más eficaz que incluso numerosos cursos.

Lo que nos gustaría hacer concretamente es producir y difundir en todas las plataformas de vídeo disponibles, mensajes positivos sobre la familia para promover comportamientos justos. Por ejemplo, la unión de la familia reunida alrededor de la mesa a la hora de la cena.

En relación a la familia como centro de vuestra iniciativa solidaria, ¿cuáles son vuestros proyectos actuales y futuros?

La familia, pero en particular los niños, son siempre el centro de nuestra iniciativa solidaria, sobre todo los niños más necesitados y desfavorecidos. Entre todas nuestras iniciativas, una en particular que queremos recordar como el corazón de nuestro trabajo es el apoyo a los niños brasileños de pueblos empobrecidos, rescatados de la calle por los escuadrones de la muerte y asistidos y criados por el Padre Renato Cheira, fundador de la «Casa de los Menores» en Río de Janeiro. Una realidad verdaderamente dramática que desde aquí en Italia no podemos imaginar ni remotamente. Hemos construido la «Casa de la Familia» en coordinación directa con el Padre Renato Chiera, acogiendo a los niños de la calle y ayudando a su manutención y desarrollo mediante el apadrinamiento de niños alejados. Fue nuestra primera iniciativa, que hemos decidido continuar en el tiempo. Entre los otros proyectos que estamos llevando adelante, nos complace recordar Ruth Home, una casa para mujeres jóvenes migrantes, con o sin hijos, que han huido de situaciones de gran dificultad y explotación en sus propios países. Una nueva iniciativa es When Grown Up I’ll Be. Un proyecto con el que queremos promover el desarrollo del carácter y de las habilidades de los jóvenes y menores que demuestran una aptitud particular para el aprendizaje, pero que se encuentran limitados por condiciones económicas desfavorecidas. Otra iniciativa que nos gustaría recordar es Creattiva. Con Creattiva queremos rehabilitar a los jóvenes detenidos y ofrecerles apoyo desde una perspectiva de reinserción en la sociedad gracias a la ayuda de profesionales competentes. Por último, el proyecto MammutBus, dirigido a los niños y jóvenes de Nápoles, que favorece la integración entre los diferentes barrios de la ciudad a través del juego. Es también una forma única y lúdica de desarrollar oportunidades de formación y trabajo. Detrás de este proyecto hay una fuerte conciencia del territorio y de los niños desfavorecidos que cambian el mundo. Jugando.

¿Cómo se sostiene vuestra fundación?

En nuestra página web http://fondazioneangeloaffinita.org/sostenitori/ podéis encontrar toda la información. Gracias a las contribuciones de todos los que quieran donar, financiaremos proyectos concretos a favor de la instrucción y el empleo de muchos niños en condiciones desfavorecidas.

Para concluir, entre las avalanchas de correos electrónicos diarios, notificaciones de Facebook y mensajes de WhatsApp, quizás valga la pena de vez en cuando detenerse un momento, apagar el teléfono y pensar qué es realmente necesario y qué no. ¿Cuáles son tus buenos consejos digitales?

Buena pregunta. Personalmente, no abusar de la tecnología digital. Nuestro objetivo es estar siempre atentos y ser claros sobre nuestro uso del móvil y de Internet. Es muy necesario el sentido común y el equilibrio para poner los dispositivos a nuestro servicio y no al revés. Si tuviéramos que dar un consejo práctico, nuestra propuesta digital sería esta: no manejar demasiados mensajes que llegan de grupos en WhatsApp. Sobre todo si el grupo es numeroso, una persona puede recibir cien mensajes y notificaciones a lo largo del día. Así que en estos casos vale la pena decir y subrayar la necesidad de detenernos un momento, bloquear esta avalancha de mensajes o apagar el teléfono directamente y poner nuestros pensamientos en otra parte.

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