Un libro para el otoño
La lectura ayuda a reflexionar, a crecer interiormente, y también a relajarse. Quienes poseen esta afición lo saben bien: la lectura hace ricos nuestros días y nuestra vida.
He aquí algunos libros, unos recientes y otros más antiguos, que a nuestro juicio merecen la pena… Son de diverso género y propósito, para satisfacer las diferentes necesidades de nuestros lectores.
1) San Giuseppe. Accogliere, custodire e nutrire; de Fabio Rosini (Ediciones San Paolo, 2021)
Un libro que aborda el tema de la paternidad, a partir de la figura de San José, pero también la maternidad, vista como vocación complementaria.
El autor, un conocido sacerdote romano muy comprometido con la formación de los jóvenes en Roma, llama la atención sobre la emergencia educativa que se siente en muchas familias de nuestro tiempo.
La premisa de Rosini es: «La verdadera razón para adentrarse en esta aventura es que nuestra generación no sólo ha perdido a su padre y endurecido a su madre… ha perdido la sabiduría”.
Esta no es una obra destinada a desmenuzar uno por uno los males que aquejan a nuestra sociedad, como si no pudiéramos hacer otra cosa que tomar nota de ellos y rendirnos al desaliento. A partir de los pensamientos, las acciones y el cuidado que San José mostró hacia el hijo que le fue confiado, Rosini ofrece algunas pistas para que también nosotros, como el «hombre justo» de Nazaret, redescubramos la belleza de nuestras responsabilidades como padres y madres. Con su habitual animosidad, el padre Fabio se propone sacar a relucir lo que ya es bello en cada uno de nosotros, seguro de que se desperdicia demasiada belleza en el mundo. «¿Cuántas veces tendré que decirlo? – se pregunta- me moriría por decirlo, por tocar el corazón de todos estos jóvenes que se tratan mal y no saben lo valiosos que son».
No hay que perdérselo porque es un texto que, aparentemente dirigido sólo a un público cristiano, suscita la reflexión sobre la paternidad y ayuda a descubrir su belleza.
Seguro que pronto estará disponible en español.
2) Los Cuatro Amores: Afecto, Amistad, Eros, Caridad, de C. S. Lewis (primera edición 1960)
Este clásico de Lewis tiene todas las trazas de un libro de texto de filosofía; sin embargo, es un libro para todos y fácil de entender.
¿Qué es el amor? ¿Qué tipos de amor existen?
La gente suele identificar el amor con el eros, pero, como explica C. S. Lewis, la amistad también es un tipo de amor. A menudo se considera que la amistad significa simplemente «pasar tiempo con alguien», confundiendo así la amistad con el concepto mucho más instintivo y menos exigente de camaradería.
Se trata de un ensayo breve, que no pretende agotar los temas examinados, pero que puede ser un buen elemento de reflexión… además, Lewis tiene una forma bastante irónica de escribir y narrar: ¡Seguro que no te aburrirá!
No hay que perdérselo porque: es recomendable para todos aquellos que deseen hallar luz sobre el concepto universal del Amor, cuya esencia no siempre se comprende.
3) Blanca como la leche, roja como la sangre; de Alessandro D’Avenia
Y ahora un libro para los lectores más jóvenes.
Leo, estudiante de bachillerato, cree estar enamorado de Beatrice, una chica un poco mayor que él. Pronto descubre que su llama está enferma de leucemia. Al principio se rebela ante un destino injusto, pero aprenderá a asumir la fragilidad y a comprender que amar no es sinónimo de arder, como pensaba hasta entonces. Amar es cuidar. Y esto se puede hacer patente ante la fugacidad de la vida. El libro no cuenta la historia de una joven colegial abatida por la leucemia en la plenitud de su vida, sino que habla de una enfermedad que, a la vez que siembra dolor, se convierte en un medio para descubrir una nueva dimensión de la vida.
Leo descubre que el amor no significa perder la cabeza, sino encontrar un punto fijo, un horizonte de vida, que nos ayuda a poner orden donde hay caos y que nos da paz y seguridad en medio de la tormenta.
El amor se traduce en dedicación, sacrificio, cuidado, apoyo y superación de los propios miedos por el bien del otro.
Y un Amor así no muere: porque al imponerse en toda su sacralidad, supera los límites de la materia y traza un camino, semejante a una carrera de relevos, que alguien inicia y, al pasar el testigo, otro sigue recorriendo.
No hay que perdérselo porque: es un libro que vale la pena regalar a un joven o una joven en busca de sentido.