Identidad y reconocimiento en el cine y la TV
Los pasados 10-11 de diciembre 2015 tuvo lugar, en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Roma, la segunda edición del Seminario Internacional “Repensar la ficción”, esta vez con el título “Identidad y reconocimiento en personajes e historias de cine y TV”. El seminario se sitúa en continuidad con el celebrado en 201o, del que se puede tener noticia aquí.
Participaron unas sesenta personas, siguiendo un programa planteado para que hubiese mucho tiempo de debate: cada uno de los ponentes disponía de unos 25 minutos para su exposición, de manera que luego había siempre un mínimo de media hora para las preguntas y el diálogo.
Abrió el Seminario Mons. Mariano Fazio, historiador y filósofo, profesor visitante de esa Universidad, quien tras una somera descripción de la cultura contemporánea, con sus luces y sombras, se centró en cómo la ficción podía contribuir al redescubrimiento del concepto de persona, insistiendo en que sólo desde Cristo se puede entender en toda su profundidad quién es el hombre, como han puesto de manifiesto los pontificados de Juan Pablo II, Benedicto XVI y, en nuestros días, el Papa Francisco. Su último libro, El universo de Dickens , es un buen ejemplo de este modo de entender las grandes narraciones. Se habló, a continuación de la catarsis en el cine de los hermanos Dardenne, de la ausencia del padre en nuestra sociedad y de cómo ésta viene reflejada en la gran pantalla, así como de las emociones en la serialidad televisiva. El profesor Giulio Maspero puso algunos ejemplos certeros para explicar cómo, a través de algunas series particularmente logradas desde el punto de vista antropológico, los adolescentes y los jóvenes pueden entenderse mejor, reflexionar sobre sí mismos y focalizar más acertadamente sus sentimientos mediante la razón. El primer día concluyó con una mesa redonda dedicada a los desafíos y oportunidades que plantea la enseñanza de la escritura creativa en cine, televisión y literatura.
En el segundo día salieron a relucir películas como la argentina “El secreto de sus ojos”, la chilena “No”, las estadounidenses “Birdman”, “Whiplash” y “Boyhood”, o la polaca “Ida”; películas, se dijo, que quizá no dan todas las respuestas, pero que aciertan con las preguntas y ayudan a ahondar en la condición humana y concretamente en los temas de la identidad y el reconocimiento. También se dedicó una sesión a la obra de dos veteranos cineastas de reconocido prestigio con una exquisita filmografía a sus espaldas: Terrence Malick y Hayao Miyazaki. En el cine de Malick, señaló el crítico de cine Alberto Fijo, sobre todo en su último ciclo de películas inaugurado con “El árbol de la vida”, se da una “exaltación del ser humano como criatura caída, redimida y elevada; se trata de un cine en el que está muy específicamente presente la vida de la gracia y que sólo se entiende desde una visión católica del hombre”.
La última mesa redonda del Seminario estuvo compuesta por profesionales de la industria audiovisual: Ángel Blasco, de Filmayer y Magic Films, Jordi Gasull, de 4Cats Pictures, productor de las exitosas “Las aventuras de Tadeo Jones”, “El Niño” y, más recientemente, “Atrapa la bandera”, y Armando Fumagalli, de Lux Vide. Salieron a relucir estrategias de guión y producción y anécdotas muy interesantes que ayudan a entender la complejidad de la industria audiovisual, una industria que, nadie lo duda, tiene un enorme poder configurador en los usos y costumbres de la sociedad contemporánea.