¿Son las redes sociales la causa de las traiciones conyugales? Estas herramientas han cambiado nuestra forma de vivir, de expresarnos, de pasar nuestro tiempo libre e incluso de «estar» con los demás.

Por lo tanto, es legítimo preguntarse si también han cambiado la forma de vivir nuestro matrimonio o la relación de pareja, y si son obstáculos en la comunión entre los cónyuges.

Ciertamente, las redes sociales no siempre refuerzan y fomentan el compromiso y la fidelidad.

De hecho, ofrecen la posibilidad de llegar – silenciosamente y desde la comodidad del hogar- a personas cercanas y lejanas, ayudan a superar la timidez gracias a un teclado y permiten acceder a sitios de chat y encuentros de todo tipo, desgraciadamente también fomentando – en el caso de fragilidades humanas preexistentes- la infidelidad y la traición.


¿Son las redes sociales la verdadera «causa» del engaño?

El dato está ahí: Los divorcios y las separaciones siguen aumentando. En Italia, por ejemplo, las estimaciones
del ISTAT hablan de un aumento de más del 300% desde 1991. ¿La culpa es de las redes sociales?

No entremos en si es cierto o no que Facebook se ha convertido en una de las principales causas del divorcio. Ciertamente de chats o sitios de citas donde uno puede buscar oportunidades para engañar, hay muchas. Según el 80% de los abogados inscritos en la Asociación Americana de Abogados de Familia, las redes sociales juegan un papel importante en las separaciones, hasta el punto de que los tribunales estadounidenses han declarado que un juez puede ordenar a un cónyuge que facilite la contraseña de su página de Facebook en el juzgado.

El problema es que las redes sociales permiten recuperar relaciones, hacer nuevos amigos con un simple «añadir» o «seguir». Un clic también para caer en mil tentaciones. Hay quienes creen que pueden controlar su propio comportamiento, realizar determinadas acciones sólo por curiosidad y que todo acabe pronto en algunos «comentarios inofensivos».

En cambio, lo que al principio parece ser sólo un juego se convierte en un vicio, y las traiciones se consuman entonces tanto virtualmente como fuera de la red. Como la escritora y humorista Helen Rowland dijo: «Sólo una vez más” es la mejor excusa del diablo».


Si escribimos «Facebook cheating» en Google, ¿qué sale?

El primer sitio que aparece es una página sobre «cómo hacerlo sin que nos pillen». La segunda nos dice «cómo descubrir si tu pareja lo hace «.

Nos gustaría darle consejos para no caer en la trampa.

Las redes sociales facilitan el engaño. Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo que cuenta no es el medio, sino la acción en sí. Si bien es cierto que la comunicación a través de la web facilita el engaño, sigue siendo la persona la principal responsable del acto que realiza, y no se puede acusar a una red social de ser la causa del fracaso de su relación.

3 consejos para resistir a las tentaciones online

1. Dedica un tiempo limitado a las redes sociales: cultiva un hobby, si tienes tiempo libre reúnete con gente en vivo, escucha música, participa en actividades de servicio constructivas en tu comunidad cívica o religiosa.
No dejes que las redes sociales te absorban hasta el punto de esclavizarte.

2. No te apuntes a sitios de citas, quizá con la excusa de que «sólo buscas nuevos amigos»: Si estás insatisfecho de tus relaciones en carne y hueso, si tu matrimonio no va bien, no huyas de tu vida y de tus responsabilidades, sino pregúntate por qué y resuelve tus problemas fuera de la red.

Internet no resolverá tus problemas, sólo te hará sentir más vacío e insatisfecho.

3. No te detengas en imágenes, perfiles, mensajes que provoquen pensamientos de impureza o de infidelidad. La primera forma de resistir una tentación es darle la espalda inmediatamente.

No seas indulgente contigo mismo y no creas que es un asunto menor sólo porque estás en Internet y no en el mundo real. Cada gesto que haces allí tiene el mismo peso que una acción realizada fuera de la web.

¿Y qué piensas de este tema? ¿Tienes alguna sugerencia?

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