The mobile phone and socialization: Family vs. friends. Castells,
Fernandez-Ardevol, Qiu, Sey 2007, Srivasta 2008.

La telefonía móvil está viviendo una tasa de crecimiento rápida y sin
precedentes en todo el mundo. De hecho, según las últimas investigaciones,
más del 50% de la población mundial posee y utiliza de forma regular un
móvil. Pero el teléfono móvil no sólo se usa para hablar y mantenerse en
contacto con la gente que está lejos. Su avanzada tecnología permite
numerosas aplicaciones, como escuchar la radio o música en MP3, leer y
enviar correos electrónicos, navegar en Internet e incluso ver la
televisión en download o en streaming. En resumen, el móvil se puede
considerar en todos los aspectos como un verdadero medio de comunicación a
la par con todos los demás.

El impacto social que deriva de esto es enorme, en todos los aspectos,
incluso dentro de cada familia. Varios estudios internacionales han
demostrado en los últimos años cómo el teléfono móvil puede forjar
relaciones entre padres e hijos en muchas ocasiones. Los casos más
difundidos son aquellos en los que los padres usan el móvil para supervisar
y controlar las actividades de sus hijos. Otros casos son aquellos en los
que los adolescentes tratan de negociar por teléfono su “vida social” con
los padres (pensemos, por ejemplo, en el horario de volver a casa).

Una situación más compleja que está teniendo un importante desarrollo en
los últimos años, es la construcción de una autentica relación a distancia
entre padres e hijos cuando estos son estudiantes universitarios fuera de
casa. Este fenómeno se da en todos los países, como en Italia, pero sobre
todo en los EE.UU., donde los estudiantes viven en campus universitarios
durante varios años a menudo a cientos de kilómetros de distancia de sus
casas. El riesgo que se corre en estos casos, y que los investigadores han
destacado, es el de construir una relación “virtual” con la propia familia,
que reemplace gradualmente la real o, aún peor, que disminuya gradual pero
constantemente el contacto por parte de los hijos con sus casas.

Para investigar mejor este nuevo y cada vez más popular tipo de relación
entre padres e hijos a través del teléfono móvil, un grupo de
investigadores estadounidenses organizó y llevó a cabo un estudio. La
muestra para la investigación estaba constituida por 514 estudiantes de
ambos sexos, de diversas procedencias (latinoamericanos, asiáticos,
caucásicos y afroamericanos) y diferentes estratos sociales. La edad del
grupo oscilaba entre los 18 y 26 años de edad. El estudio ha confirmado que
el teléfono móvil es el principal instrumento de comunicación e interacción
social de los jóvenes a cualquier hora del día. Pero también ha puesto de
relieve que, contrariamente a las expectativas iniciales, el teléfono móvil
es un instrumento

que aumenta y fomenta la socialización y el desarrollo de relaciones
emotivamente intensas

entre los estudiantes y sus padres durante los años de estudio. Se constata
así cómo la tecnología en estos casos, a despecho del habitual descrédito
de los nuevos medios de comunicación, se convierte en un instrumento que
“ayuda” a mantener y en algunos casos a desarrollar relaciones humanas y
sociales emotivamente intensas no sólo entre amigos o parejas, sino también
entre familiares unidos por estrechos lazos de sangre.

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