Desde la creación de Instagram en 2010 son muchas las familias que han
visto en esta aplicación la herramienta idónea para lanzarse al mundo
empresarial.

El perfil suele ser de una mujer, casada y con hijos, con un talento
especial en algún trabajo manual que satisfaga la necesidad de sus posibles
compradores, lo que lo convierte en un hobby con capacidad para generar
ingresos.

Estas ganancias se unen a los salarios ya existentes, suponiendo un dinero
extra que ayuda a las familias a llegar mejor a fin de mes.


Abrir un negocio familiar en Instagram es relativamente fácil

La ventaja de esta red social, donde prima la fotografía de calidad, es que
no requiere tener muchos conocimientos para abrir un negocio. Los
requisitos clave son contar con un buen puñado de seguidores, un par de
proveedores que faciliten la materia prima y cuidar con esmero las
publicaciones, dando a conocer al público el producto que se ofrece.

Pudiendo permanecer como cuenta personal pública, muchos de estos perfiles
acaban sucumbiendo a las delicias de hacerse cuenta profesional por las
muchas herramientas de marketing para pymes (pequeñas y medianas empresas)
que posee esta opción.

Otro beneficio que posee este modelo de empresa es que no precisa alquilar
un local, por lo que los gastos derivados del arrendamiento son un ahorro
para el vendedor. El taller se traslada, en la mayoría de ocasiones, a la
propia casa, por lo que habrá que acondicionar un espacio en el hogar para
poder trabajar.

Este hecho hace que la conciliación entre trabajo profesional y cuidado de
los hijos sea posible, adecuando los horarios de oficina a los momentos en
que los niños están en la escuela.

Llegados a este punto podemos comentar otra virtud de este tipo de
actividad: al tratarse de una venta sobre pedido no genera stock, por lo
que se produce nuevamente un ahorro al no necesitar almacén ni presentar
pérdidas por exceso de existencias.

Otra de sus bondades en el terreno económico es que no hay riesgo de impago
porque antes de realizar y enviar el pedido se tiene que pagar el producto.

Pero la característica principal por la que muchos empresarios optan al
negocio vía Instagram es por la posibilidad de ser su propio jefe, con sus
propias reglas y normas.

Sin embargo, como todo en el mundo online, también existen una serie de
inconvenientes que conviene tener en cuenta.


La dependencia casi total a la red hace que este negocio sea vulnerable

Como todo trabajo a través de internet se produce una dependencia casi al
100% de la red, de forma que, si se produce un apagón o una simple
desconexión, la actividad deja de funcionar. Es más habitual de lo que
pensamos, como la última caída que sufrieron Facebook, Instagram y WhatsApp
el pasado 4 de octubre (link artículo caída redes).

Los problemas con los envíos son otro factor negativo que hay que valorar
antes de montar una empresa familiar virtual. Puede suceder que el producto
no llegue a destino o llegue roto. Para esto hay que elaborar bien una
política de devolución para llegar a buen acuerdo con el comprador y no
perder clientes.

Otro hándicap a la hora de trabajar en casa son las distracciones o el
complejo de oficina abierta 24/7. Para solventar esta contrariedad será
necesario delimitar muy bien los horarios y la zona de faena, evitando
levantarse del asiento.

A veces ocurre que, lo que al principio era un hobby, termina
convirtiéndose en algo tedioso por el carácter obligatorio que adquiere la
afición. No es infrecuente en este tipo de empleo y será útil discernir lo
que cada uno es capaz de abordar, sin agobios ni sensación de estrés.

Y, por último, está el inconveniente de perder totalmente el contacto
físico, tanto del comprador con el producto como del vendedor con sus
clientes. Esto despersonaliza el trato y lo hace más frío e insensible.


La fórmula ganadora para la supervivencia del negocio familiar en la
red

Después de comprobar el auge de las empresas familiares en Instagram, con
sus ventajas e inconvenientes, habrá que esperar al juicio inexorable del
tiempo: cuáles y por qué habrán sobrevivido en este ambiente tan
competitivo y agresivo.

Parece que la fórmula ganadora para triunfar en este tipo de negocio es la suma de talento + servicio a los demás + remuneración, que
se traduce en hacer lo que se te da bien y además te gusta, ofreciendo una
prestación, tratando de diferenciarte de la competencia y obteniendo unos
ingresos por ello.

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