Todos, familia, escuela, sociedad, debemos poner de nuestra parte para que
los menores de edad no caigan en la trampa y su vida cambie para siempre. O
se acabe…Seguramente el término grooming lo ha venido escuchando, pero no sabe a
ciencia cierta qué es, cómo opera y cómo es que l’ogra que un menor de edad se desnude
frente a la pantalla del computador o la tableta, tomando la decisión más nefasta de su vida.

Según una investigación realizada por la empresa de seguridad informática
ESET que abordó a 400 jóvenes arrojó como resultado que

un 36% de jóvenes entre 14 y 29 años en América Latina reportó haber
sufrido algún tipo de ataque mientras navegaba por la Internet.

El grooming de menores en Internet es un fenómeno que podríamos
traducir como “engatusamiento” o “acicalamiento” y que

se utiliza para describir las prácticas online de ciertos adultos
(criminales) para ganarse la confianza de un menor fingiendo empatía,
cariño, etc. con fines de satisfacción sexual

(obtener imágenes del menor desnudo realizando actos sexuales). Por tanto
está relacionado con la pederastia y la pornografía infantil en Internet.
De

hecho el grooming es en muchas ocasiones la antesala de un abuso sexual
y de la explotación sexual de niños.

¿Cómo funciona? Su hijo navega por Internet, en páginas infantiles. En el
apartamento de arriba, en el del lado, en la torre del frente, a dos
cuadras, o en otra ciudad, un ciber delincuente rastrea la dirección IP que
tenemos asignadas por nuestro proveedor de servicios de Internet y deduce
muy fácilmente que es un menor. De inmediato contacta al menor y se da
inicio a 4 pasos:

  1. Enganche:
    Aquí el acosador formula interrogantes al menor con el fin de
    conocerlo. El predador busca alimentar la confianza del niño.
  2. Fidelización:
    En esta etapa el acosador quiere que el niño se apegue a él para
    garantizar que el contacto no se pierda.
  3. Seducción:
    Como ya ha conseguido halagarlo, ahora el niño se sentirá en deuda por
    lo que fácilmente accederá a peticiones del criminal. Aquí es cuando le
    pide que se desnude, que haga actos obscenos; el menor accede,
    inocente, pensando que es un juego, y el ciber predador captura todo en
    imagen y video.
  4. Acoso:
    Al tener en su poder toda la información que requería, el acosador
    procederá a extorsionar: más cuerpo, más actos, dinero, para no subir
    la información a Internet.

Cierre los ojos un segundo y piense en su hijo desnudo en Internet.
Recuerde el caso de

Amanda Todd

, cuya vida se apagó a causa de una situación como esta.

¿Qué podemos hacer? Hay varios aspectos que debemos tener en cuenta:

No proporcionar imágenes o informaciones comprometedoras
a nadie nunca.

No ceder al chantaje
en ningún caso puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del
delincuente.

Pedir ayuda
a familiares y a las autoridades.

Tener en cuenta que la intimidad y la privacidad
son innegociables, no andamos exponiéndolas por ahí, a cualquiera. El
respeto por nuestro cuerpo comienza por nosotros mismos.

Debemos tomar acciones preventivas.
Ayudemos a que nuestros niños hagan uso seguro, responsable y constructivo
de Internet.

Juan Camilo Díaz B.

Profesor Instituto de la Familia – Universidad de La Sabana – Colombia

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