La música del hombre y la mujer
El congreso interreligioso e interconfesional que se celebró en el Vaticano sobre la complementariedad del hombre y la mujer en el matrimonio los días 17 al 19 del mes de noviembre pasado, ignorado por los medios de comunicación, va llegando al mundo del web en olas concéntricas más lentas pero también más duraderas.
Desde luego, muchos blogs y sitios web han reproducido la Declaración Una nueva afirmación del matrimonio de gran fuerza poética y eficacia comunicativa. Muchos otros han linkado al trailer o a algunos de los 6 documentales de 15 minutos que se encuentran en la página web humanum.it.
En el congreso participaron 350 personas que representaban 14 tradiciones religiosas y 23 países. Entre las religiones estaban presentes: el Islamsunita y chíita, el budismo, el hinduismo, el jainismo, el judaísmo, la confesión mormona, varias denominaciones protestantes y, desde luego, la Iglesia Católica.
El Papa Francisco abrió el congreso con un poderoso apelo a los participantes a “proponer con fuerza e inspiración esta otra verdad acerca del matrimonio: el compromiso permanente de solidariedad, fidelidad y amor fecundo corresponde a los más profundos deseos del corazón humano”.
Los ponentes, de diversas tradiciones religiosas, sonaban la misma música con distintos acordes. La nota de obertura de la sinfonía la dio Jonathan Sacks, rabino de Londres, quien dibujó un fascinante recorrido de la historia humana del matrimonio y concluyó con una brillante imagen: “el matrimonio cambia la prosa de la biología en la poesía del espítitu humano”.
Esa ha sido la impresión del arzobispo Chaput, de Filadelfia, diócesis que organiza la próxima Jornada Internacional de la Familia en agosto: “He estado en muchas conferencias en mi vida, pero ésta ha sido una de la más interesantes. Ha sido una fuente de energía y entusiasmo. Estoy muy agradecido”. Y es que, con palabras del famoso pastor evangélico Rick Warren, “más que defender el matrimonio, tenemos que celebrarlo”.
Los ingredientes para generar atención de los medios estaban: un clima de opinión encendido en los medios de comunicación por el debate del Sínodo –nunca un Sínodo gozó de tantas expectativas y de tanta atención-; una reunión de grandes figuras de las religiones más importantes en el Vaticano – ¡en la Congregación de la Doctrina de la Fe!-; la presencia del Papa abriendo el debate, y un tema bien caliente: hombre/mujer/matrimonio. Precisamente, sobre este último aspecto Papa Francisco recordó que “los niños “ tienen derecho a crecer en una familia con un padre y una madre, capaces de crear un ambiente adecuado para su desarrollo y su madurez emocional”.
Y, sin embargo, ha pasado bastante inadvertido para los medios d comunicación, excepto en el mundo del web. Gracias a la página web que contiene los documentarios filmados para la ocasión y las intervenciones grabadas de los conferencistas, muchos sitios en Internet han podido reproducirlos, dar noticia del Congreso y ampliar su eco en la opinión pública, al menos aquella parte de la opinión pública que quiere argumentos, también visualmente hermosos, y no solo slogans.
No es mi propósito examinar las causas de este desinterés periodístico. Seguramente no es ajeno al silencio general, la falta de una política informativa de la Santa Sede sobre el evento. Una conferencia que podría haberse celebrado antes del Sínodo, como parte de una audaz política comunicativa. Ciertamente así no se quitó protagonismo en los medios al Sínodo, pero tampoco se ofrecieron argumentos y fuentes – muy variadas- a los periodistas que lo debían cubrir. ¿Y después? Visto el clima de confusión generado durante y tras el Sínodo, ¿no era una ocasión de oro para atraer la atención de los medios hacia el evento? Ocasión perdida. No irremediablemente. Ahí están los documentales –al menos aquellos cuyos links todavía funcionan- y las intervenciones. Recomiendo dos de los 6 documentales – “Understanding Man and Woman”, n. 3 y “Marriage, Culture and Civil Society”, n. 6- y, por supuesto, el discurso del Rabí Jonathan Sacks: The love that brings new life into the world (El amor que trae nueva vida al mundo).