Hacia un nuevo estilo de vida. Los efectos positivos del coronavirus
Del año 2020 se hablará mucho en los libros de historia. Y permanecerá en
la memoria de todos los que lo hemos vivido. El año de la emergencia, la de
la Covid-19 o Coronavirus, que ha revolucionado el modo y el estilo de vida
del mundo entero; nos ha obligado a permanecer encerrados en casa; a salir
sólo por asuntos imprescindibles; se ha llevado a algunos de nuestros seres
queridos, o nos ha alejado de ellos; y ha puesto a prueba el sistema
sanitario, la economía, el trabajo y las relaciones interpersonales.
En los discursos motivacionales, se suele hablar del concepto
representado por el ideograma chino Wēijī. Aunque
algunos lo consideran una falacia, el pensamiento del Wēijī encaja perfectamente en este período histórico que
podríamos definir como «crisis», y del que podríamos aprovechar las
«oportunidades». Veamos si también en el caso del coronavirus, es posible
aprovechar una oportunidad, un momento de crecimiento, y de mejora personal
y colectiva.
Solidaridad digital: cuando la tecnología ayuda a vivir mejor en los
tiempos del coronavirus
El coronavirus ha puesto en evidencia la potencialidad de la innovación
tecnológica y digital. En estos días de pandemia, las nuevas tecnologías
han sido providenciales para ayudar a afrontar esta difícil situación, y
para amortiguar el impacto psicológico del aislamiento, que el Covid-19 ha
supuesto a todas las personas que, antes del confinamiento,
estaban acostumbradas a un estilo de vida y de relaciones diferente.
Podemos repasar algún ejemplo:
-
La importancia de la
inteligencia artificial: la impropiamente llamada Artificial Intelligence, es decir, el tratamiento por
ordenador de big data, se ha demostrado un arma adicional
en la investigación y en la lucha contra el coronavirus. A diario,
los centros de investigación de todo el mundo la utilizan para
tratar de descubrir una posible vacuna contra la enfermedad,
aportando contribuciones dignas de nota, como afirma un artículo
del
Toward Data Science.
-
La desaparición de las distancias
: El Covid-19 ha obligado a muchas familias y personas queridas a
permanecer físicamente distantes para mantener la seguridad y,
sobre todo, la salud de todos ante un posible y, algunas veces
fatal, contagio. Los nuevos medios de comunicación han contribuido
a derribar el espacio interpersonal, acercando a las personas a
través de videochat, vídeocall o videollamadas, y
ayudando a muchas personas a sentirse menos solas durante el
período de confinamiento. -
La revancha del “smart working” (teletrabajo):
como afirma un reciente artículo del diario economico Sole 24 Ore,
«con la emergencia Covid-19, por primera vez el smart working
se ha convertido de repente en una necesidad y una prioridad
para proteger la salud de las personas, el trabajo y los
servicios. De golpe, empresas y administraciones públicas han
debido realizar esta transformación, cuando, hasta pocas
semanas antes, el “trabajo flexible” era parte de un proceso
más amplio de digitalización del trabajo que avanzaba a paso de
caracol»
. El concepto de teletrabajo entró a formar parte de la cultura y
del vocabulario de las empresas internacionales hace más de cuatro
años. No obstante, con el paso del tiempo, esta figura no fue
demasiado tenida en cuenta ni aplicada por las empresas, al menos
hasta hoy. En un interesante artículo, el Level OfficeLandscape analiza el porcentaje de empresas de
una nación con difícil situación laboral como Italia: muestra
cifras realmente bajas con relación a las iniciativas emprendidas
por estas en el último año, un poco decepcionantes si tenemos en
cuenta la estadística publicada en 2017 por Great Place To Work, que coloca a Italia entre las últimas
naciones de Europa en comparación de otros países europeos, o de
los Estados Unidos, que tienen una tendencia superior al 37%, y en
continuo crecimiento en los últimos tres años. ¿Cuáles son las
razones que impiden el teletrabajo? ¿Ignorancia? ¿Mala
organización? ¿Manía de control? ¿Miedo? Sea cual sea la respuesta,
en un momento determinado, con el advenimiento del coronavirus, el smart working, mejor definido como teletrabajo, ha sido el
ancla de salvación para muchas empresas y muchos trabajadores, que
han conseguido mantenerse a flote en un mercado económico inestable
y en crisis y, simultáneamente, salvar puestos de trabajo. -
Ecommerce y ebanking:
la posibilidad de comprar y realizar todas las operaciones de banco
desde un ordenador portátil o un smartphone ha ayudado a
las personas a no crear aglomeraciones en tiendas, servicios
postales, bancos o establecimientos para la compra de bienes
esenciales. Una sorprendente importancia han adquirido en este
período las entregas a domicilio y la compra online, que
ha ayudado a disminuir los desplazamientos fuera de casa, sin
renunciar a tener llena la nevera, o a degustar un manjar preparado
por un negocio de comidas a domicilio.Hacia el post-Covid
«¿Quién sabe cómo será el mundo post coronavirus?». Es uno de las
preguntas que inquietan a todos estos meses. Una incógnita que,
dentro de poco tiempo, deberemos afrontar, pero de la que ya se han
lanzado hipótesis. Entre los muchos artículos o materiales
multimedia que podemos encontrar en la red y que hablan de lo que
ocurrirá, es interesante el análisis de eMarketer, que
propone un mundo que irá adelante, y será totalmente distinto de lo
que recordamos; una situación de crisis que podríamos calificar de
oscura, pero con un rayo de luz que se abrirá, precisamente gracias
a la tecnología. El mundo post covid será completamente
digital, donde inicialmente se mantendrán las distancias entre las
personas, pero se reunirán dentro del mundo digital. Según la
investigación de eMarketer, podemos definir dos macro categorías de
reinicio, que se definen «Telehealth» y «Teleconferencing». La primera se refiere al campo
sanitario: imagina el lugar físico del hospital y la relación entre
doctor y paciente, cuando sea posible, digitalizado, y los
hospitales del país, interconectados. El segundo, en cambio, hace
referencia a las relaciones laborales, que resultarán totalmente
revolucionadas. El “trabajo flexible” será el primero en arraigar a
través de la innovación. Se prevé un incremento de estrategias de
transformación digital dentro de las empresas, que crearán y
aplicarán proyectos y soluciones de teletrabajo en todas las áreas
donde esto sea posible.«Nada se crea, ni se destruye, todo se transforma»: con esta frase, Antoine-Laurent de Lavoisier
acuñó la ley de la conservación de la materia en las reacciones
químicas, que ya tenía precedentes filosóficos en Aristóteles y
Demócrito. Es también la frase que, quizás, sintetiza el año 2020.
El coronavirus ha abierto una herida global, y como toda herida
necesitará tiempo para cicatrizar. El mundo cambiará, nosotros
cambiaremos y por eso estamos llamados a transformar y
transformarnos para prepararnos y crear, juntos, el presente y el
futuro de la sociedad.