Una investigación realizada por la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz titulada La figura del anciano en la prensa italiana, ha querido verificar qué representación del anciano resulta en los periódicos en Italia, para confirmar o desmentir la percepción negativa general que rodea a los ancianos.

El estudio ha tenido también el fin práctico de ofrecer datos útiles a las asociaciones que se ocupan de tercera edad en una perspectiva de active aging, es decir, asociaciones no meramente asistenciales, sino que tienen un proyecto integral de la persona humana y de sus afectos más hondos, in primis la familia.

El autor, a través del análisis sistemático de una muestra de tres periódicos – Il Corriere della Sera, Avvenire y Il Messaggero – ha sacado a la luz resultados significativos, y en algunos casos sorprendentes, que si bien por un lado confirman las expectativas, por el otro “obligan” a un cambio de percepción tanto de los medios como de la sociedad.

Desde hace decenios el envejecimiento progresivo de la población está al centro de las investigaciones estadísticas de los institutos demográficos internacionales más importantes. Se habla ya de “tsumani gris”, o sea de la situación que verá en el arco de solo 50 años un drástico aumento del número de los ancianos en los países occidentales, de frente a una continua – y ya crónica- disminución de los nacimientos. Como ejemplo, las Naciones Unidas han calculado que, para el 2050, el número de ancianos superiores a los 60 años de edad se duplicará, pasando de 810 millones a 2 mil millones de personas. Sin embargo, a estas cifras parece no hacerle contrapeso una cultura de la ancianidad, al menos en Italia. Esta, y aún más la vejez, es comúnmente tratada como un periodo de vida que no merece demasiada consideración; una condición marcada indudablemente por la fragilidad, las dificultades físicas, la debilidad, a las que se asocian a menudo sufrimiento y enfermedad pero que a veces, según una mentalidad utilitarista, está rodeada de un sentido culpable de inutilidad e improductividad y vista como causa de cargas económicas pesadas para la comunidad. Sin negar algunos aspectos naturales, el persistir de estereotipos y prejuicios contribuye a enfatizar la falta de un pleno derecho de ciudadanía de los ancianos.

Análisis y metodología de investigación

La investigación se ha desarrollado según dos directrices complementarias: la primera, ha sido la de la adquisición y exploración de los textos buscando los artículos de interés y del análisis de su contenido explícito. Fase que ha consentido medir la “cantidad” y las “calidad” de la presencia de los ancianos en los periódicos, en número de noticias y en la positividad o negatividad de éstas, las imágenes y el tratamiento reservado a ellos, etc. La segunda, más retórica, se ha focalizado sobre el contenido implícito de los textos, sobre la investigación del frame, de los topói (lugares comunes) antropológicos y culturales y sobre las virtudes sociales que manifiestan la relacionalidad humana.

La investigación ha analizado los periódicos por un periodo de tres meses, seleccionando una muestra representativa de artículos a partir de un test de una semana, efectuado precedentemente, que permitió individuar las palabras clave para la elección definitiva de los textos. Después de haber descartado textos no relevantes – en los que el anciano o la ancianidad no eran el argumento del artículo o simplemente trataban de la muerte de personajes famosos ancianos (en este caso, de hecho, la noticia no era el anciano o la ancianidad en sí misma, sino la celebridad o la fama del personaje, independientemente del factor edad) – se han seleccionado 121 artículos en total y han sido analizados con una metodología de índole cualitativa.

Resultados de la investigación

De los 121 textos, 72 se refieren a los ancianos como protagonistas de las noticias y 49 a los ancianos como actores secundarios. Se confirma por tanto como el tema está sin duda presente en los periódicos, con una media de un artículo al día, considerando los tres periódicos en conjunto. En el análisis general resulta que la mayor parte de las noticias es negativa, 62 artículos frente a 52 y, en los textos referidos a los ancianos protagonistas, esta diferencia aumenta notablemente, con las noticias negativas que duplican las positivas, 47 frente a 25. De los tres periódicos analizados resulta que Avvenire es el único que tiene más noticias positivas que negativas, lo que se explica probablemente como fruto de una elección editorial precisa.

Un dato que no sorprende es el hecho de que la mayoría de los textos analizados aparezcan en las noticias de sucesos, y que se refieran a los ancianos como víctimas. Después, si bienen número muy inferior, siguen las noticias de ancianos aún activos. Se puede afirmar que el primero de estos datos confirma la negatividad de las noticias que muestran la fragilidad de los ancianos, más expuestos que otros a episodios de violencia; mientras el segundo parece rebatirlo, ofreciendo en parte una especie de contrapunto. Son enfatizadas también figuras de ancianos excepcionales, personas fuera de lo normal, que parecen mostrar precisamente su aparente extrañeza a un mundo marcado por la fragilidad común. Un elemento significativo destaca: a losancianos enfermos se dedican solo cinco textos y a los ancianos olvidados, apenas uno y, visto que se trata de categorías temáticas de gran actualidad, este resultado hay que verlo como una carencia informativa.

La investigación, para ir más allá de la simple distinción entre noticias positivas y negativas, ha analizado también la imagen del anciano en los artículos. Y aquí está la primera sorpresa, porque, si bien en los textos referidos a los ancianos como protagonistas, la imagen negativa sea mayor (35 textos negativos frente a 31 positivos), en el análisis general resulta haber un equilibrio sustancial entre textos con imágenes positivas y negativas, 57 cada uno. Este resultado se debe al frame dado a algunas noticias en sí mismas negativas, pero que ven al anciano bajo una luz benévola. En ambos casos la imagen positiva más frecuente y mayoritaria es la de anciano como recurso, seguida de anciano como patrimonio de la sociedad.Un hecho extraordinario este, que muestra como, en fondo, hay un humus fértil sobre el que basar las razones de un compromiso activo del anciano en la sociedad. Cuandola imagen es negativa, el anciano resulta sin embargo débil e indefenso, desesperado, o un problema sanitario o social.

El estudio de los frames muestra una tendencia negativa en vez de una positiva y también los frames de mayor frecuencia- a parte de la celebración, con 23 textos, primero en absoluto – son también negativos. Este aspecto es quizá el que más influye sobre la sensación general negativa que presenta el tema de los ancianos, porque, a parte de la positividad/negatividad de la noticia, lo que permanece en la mente del lector es el encuadramiento de ésta, el recuerdo de algo negativo. Los primeros tres frames resultantes están en este orden: decadencia, con 11 textos; violencia, con 9 textos; denuncia de una situación grave, con 9 textos.

Un dato decididamente sorprendente que surge en el análisis es que los ancianos son tratados más de forma positiva que negativa. Esto, de hecho, es un dato notable que ratifica la bondad de las relaciones humanas y está ligado por tanto a las virtudes sociales. En el análisis general, resultan 72 textos en los que los ancianos son tratados de manera positiva frente a 44 negativa, y que ven primar el respeto con 31 artículos contra la la falta de respeto, con 18. Al mismo tiempo, en los textos referidos a los ancianos protagonistas, el anciano es tratado de forma positiva en 64 textos (en 26 de ellos es tratado con respeto) frente a 4 textos que se refieren todos a sentimientos de compasión.

La investigación ha atestiguado la presencia de todas lasvirtudes sociales y de forma más notable la pietas, presente 57 veces en los textos, aun cuando en 31 casos está ausente. Le sigue de cerca la gratitudo (reconocimiento), también presente 34 veces de forma plena y 16 de forma ausente. También en este caso, sin embargo, resulta que, sumando las formas plenas y las ausentes, la presencia de virtudes sea ampliamente superior a su presencia como vicio.

Conclusiones

Para finalizar, desde el punto de vista cultural, este estudio ha relevado que, si bien existe a veces una mentalidad utilitarista – que se detecta en algunos lugares comunes culturales y en la contradicción de algunos topoi naturales, sobre todo referidos a casos de eutanasia o de suicidio, en los casos de abandono, o incluso en los insultos hacia los ancianos – los presupuestos para un cambio cultural son más favorables y fáciles de realizar de loque se podría pensar. Estas premisas están escondidas detrás de noticias que, aún siendo negativas, representan una dura denuncia de situaciones graves e injustas. Un grito de alarma para relanzar al anciano como miembro activo de la sociedad, en la conciencia que el envejecimiento de la población pone desafíos y preguntas para el futuro.

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