Signal, ¿una aplicación de mensajería más segura para los usuarios?
Como en la película “El show de Truman” de Peter Weir, nuestra privacidad está en juego. Nuestras búsquedas en Google, nuestra ubicación, nuestras reseñas, nuestras compras y un largo etcétera pueden formar parte de un gran banco de datos muy atractivo para terceras personas.
Signal llega al mercado con la idea de desbancar a Whatsapp y Telegram como una aplicación de mensajería instantánea y llamadas, libre y de código abierto, con énfasis en la privacidad y la seguridad, que permite la comunicación entre usuarios con la misma aplicación.
El emprendedor detrás de esta nueva app es Brian Acton, cofundador de Whatsapp, quien, tras una salida convulsa de Facebook, donde trabajaba, se convirtió en activista contra el uso de los datos personales.
Incidentalmente, y como prueba que el problema sigue siendo actual, conviene recordar la noticia de estos días pasados: “Facebook, propietaria de Whatsapp, ha sido multada con 225 millones de Euro por incumplimiento de la normativa europea de protección de los datos personales. La Comisión de Protección de los Datos de Irlanda anunció su decisión en un reporte de 89 páginas (PDF), en el que hace notar que Whatsapp no ha informado adecuadamente a los ciudadanos europeos, usuarios de esa red social, sobre cómo comparte los datos con su compañía matriz (Facebook)” ( The Verge, 2.09.2021).
Un poco de historia
Signal surgió fruto de dos programas de Whisper Systems, empresa antecesora creada en 2010 por el especialista en seguridad informática, Moxie Marlinspike, y el especialista en robótica, Stuart Anderson. Estos programas eran Redphone, aplicación de llamadas de voz cifradas, y TextSecure, plataforma de mensajes cifrados.
En 2011 Twitter adquirió Whisper Systems y pasó a llamarse Open Whisper Systems, apostando por la transparencia de un código abierto disponible en GitHub tanto en versiones para móviles (Android e iOS) como en su versión de escritorio. Una de las ventajas de tener el código abierto es que se crea una comunidad de programadores y entre todos pueden mejorar la aplicación. Como curiosidad, esta tecnología también es utilizada por Whatsapp, debido a su eficiencia.
En julio de 2014 pasó a llamarse oficialmente Signal, siendo en 2015 promocionada por Edward Snowden, consultor tecnológico estadounidense y antiguo empleado de la Agencia Central de Inteligencia y de la Agencia de Seguridad Nacional. Como es bien sabido, Snowden filtró a la prensa la mayor operación ilegal de vigilancia de los ciudadanos americanos y del resto del mundo por parte de la CIA bajo pretexto de lucha al terrorismo.
Vive exiliado en Rusia, único país que lo aceptó y sobre él pende una acusación del gobierno americano de alta traición. Gracias a su “traición”, el Presidente Obama se vio obligado a cambiar la ley que posibilitaba esta vigilancia a ocultas de los ciudadanos y con la colaboración de las grandes empresas de Silicon Valley.
Desde febrero de 2020 Signal es la aplicación recomendada para la mensajería instantánea por la Comisión Europea y su personal.
Migración de Whatsapp a Signal
En enero de 2021 Whatsapp anunció que iba a modificar sus políticas, entre otras cosas cediendo datos de usuarios a Facebook, la empresa central. Esto provocó una huida de muchos de sus consumidores a Signal, buscando la privacidad y la seguridad que Whatsapp no les garantizaba. Aunque rectificaron y postergaron la decisión, eso no alteró la estampida de usuarios.
Este hecho coincidió con el tuit que Elon Musk, considerado uno de los hombres más ricos del mundo, publicó en Twitter supuestamente animando a sus seguidores a cambiarse a Signal con un simple “Use Signal”.
Signal cuenta, a fecha de hoy, con 50 millones de usuarios.
¿Qué aporta Signal que la hace única?
1. Envía los mensajes a través de la red de datos siempre que sea posible. Esto significa que si el usuario envía mensajes a otro usuario de la aplicación no hay costos adicionales.
2. También se puede utilizar para enviar mensajes a usuarios que no utilicen la plataforma, distinguiéndose a través de un color si se trata de mensajería convencional o red de datos.
3. En octubre de 2016 Signal incorporó la funcionalidad de mensajes temporales, que desaparecen al cabo de cierto tiempo, pudiéndose escoger si borrarlos tras 5 segundos, 1 día, 1 semana. El tiempo para su destrucción empieza a contar desde que el receptor lee el mensaje.
4. Se puede activar o desactivar el indicador de tecleo, de tal forma que el receptor del mensaje no puede conocer si estás escribiendo en ese momento.
5. Bloqueo de pantalla: bloquea el acceso a la app pidiendo un código de acceso. De esta forma nadie que no seas tú podrá acceder a tus chats.
6. Evita hacer capturas de pantalla. Incluso se puede evitar que el teclado instalado en el móvil recopile lo que se escribe al activar la función “teclado incógnito”.
7. El historial de mensajes tiene un tope, y con cada nuevo mensaje se borra un mensaje antiguo.
8. Existe la opción de enviarse mensajes a uno mismo, como si se tratara de un bloc de notas.
9. Permite pixelar las fotografías. También existe la opción de ver una imagen una sola vez, eliminándose después.
10. Se pueden crear grupos de hasta 1000 participantes, sin guardar ningún tipo de registro de los grupos a los que se pertenece, nombres de grupo, etc.
11. No se vincula la cuenta a otros dispositivos, con la necesidad de introducir un código PIN cada vez que se instale en un dispositivo distinto.
12. Para verificar un contacto se lleva a cabo por medio de un código QR.
13. Signal guarda las copias de seguridad de forma local (en el propio teléfono móvil).
14. Permite el envío de archivos pesados de cualquier tamaño.
Tanta seguridad puede ser un inconveniente
Sin embargo y para concluir, tanta seguridad puede resultar un inconveniente. Un ejemplo son las revueltas del movimiento Blacklivesmatter o del asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, en las que las fuerzas de seguridad estadounidenses estuvieron desbordadas al tratarse de manifestaciones organizadas en secreto a través de la app Signal, impidiendo a su vez las detenciones al no poder identificar a los cabecillas.