Relaciones sanas en el mundo digital
Reproducimos una conferencia divulgativa sobre este tema dirigida a padres por María Alvarez de las Asturias, experta en orientación familiar. Desde hace muchos años desarrolla una actividad profesional de educación de la afectividad y de mediación en la resolución de conflictos familiares. Hemos mantenido el tono coloquial e incluido los links a los vídeos de apoyo usados durante su intervención.
Propongo a continuación algunos criterios de juicio y de actuación para establecer relaciones sanas en el mundo digital, ilustrados con videos presentes en Youtube que sostienen con imágenes eficaces estos criterios.
Valorar lo positivo
Hoy en día tenemos a nuestro alcance muchas herramientas digitales que pueden ayudarnos a mejorar nuestras relaciones personales. La cuestión es usar bien esos mediossin rechazar lo digital ni usarlo compulsivamente: no todo el mundo sabe usarlas convenientemente, como muestra con humor este vídeo.
Algunos aspectos positivos son la facilidad para solucionar cosas prácticas sin necesidad de desplazarse físicamente; el ahorro de tiempo y la posibilidad de acceder a información y contactar con personas que sin los medios sería imposible por la distancia física. La tecnología también puede ayudar a mejorar nuestras relaciones personales: recuperar el contacto con personas a las que habíamos perdido la pista (amigos del colegio o de universidad; antiguos compañeros de trabajo que encuentras en los grupos de Facebook, Linkedin, o en WhatsApp). Nos ayudan también a mantener más cercanía con personas con las que no hemos perdido el contacto, pero tal vez el encuentro de tú a tú no es diario: así la relación se va manteniendo al día (un mensaje, una foto, una noticia que ya comentaremos con más calma cuando quedemos…) y no se pierde lo que nos ha ocurrido en ese gap de tiempo entre los encuentros presenciales. Todo esto no sustituye a la relación personal.
Adaptarse al lenguaje de cada medio
Es conveniente no perder de vista que cada medio tiene su lenguaje y es para una cosa determinada. En Twitter, por ejemplo, al disponer sólo de 140 caracteres, encontramos la dificultad de no poder matizar las cosas por falta de espacio; si son cuestiones complejas puedo acabar metiendo la pata. WhatsApp no debe usarse para temas muy personales que requieren verse o al menos escuchar el tono con el que se dicen; no olvidemos que el receptor lee el mensaje desde su percepción subjetiva, y puede dar al mensaje un sentido que no coincide con el sentido que quería transmitir la persona que lo envió.
Hacer relaciones de amistad en la red
Las relaciones que surgen a partir del contacto en Internet pueden ser muy buenas. Pero hay que establecerlas de forma adecuada. Ofrezco algunas pistas que nos pueden ayudar a la hora de entablar nuevas relaciones con personas que conocemos a través de las redes sociales:
a) Para conocerse hace falta tiempo. No hay que precipitarse.
No compartimos cosas importantes con una persona a la que acabamos de conocer, porque no sabemos quién es ni para qué puede usar la información que le damos. En este sentido es fundamental cuidar la primera cita física: si quedas
con una persona a la que sólo conoces por la red, que sea en un lugar público y que lo sepa gente cercana a ti; o, mejor aún, ve acompañado.
b) Cada vez con más frecuencia encontramos dificultades que se derivan de compartir aspectos de la intimidad sin darle la importancia que tiene a lo compartido porque no hay contacto físico (enganches con una persona de referencia, dependencias afectivas…). El pudor es físico pero también psicológico: una mirada de alguien te puede invadir, pero también unas preguntas que van más allá de lo que quieres contar te pueden invadir; por eso es importante cuidar la intimidad: qué aspectos de tu vida compartes y con quién; qué fotos compartes; es importante tener en cuenta que hoy todo lo que se sube o comparte en la red queda ahí para siempre. Antes podías romper una foto que, por cualquier motivo, no querías conservar. Ahora no es fácil tener ese control. Y esto puede tener consecuencias. Si tengo relación con un chico/a, nos hacemos fotos inverosímiles y rompemos, se da el caso de que ese chico/a le envíe esas fotos a la persona con la que tengo una nueva relación. No hay que olvidar que lo que puede ser una tontería hoy y ahora queda registrado para siempre: si has bebido, fumado o cualquier otra cosa, por hacer una gracia con tus amigos, luego no es posible explicar esos comportamientos jocosos o de broma fuera de su contexto.
Además, se pueden manipular para otros fines indeseados.
c) ¿Y qué pasa cuando nos enfrentamos a la ruptura de una relación? En toda ruptura, para recuperar la autoestima y la libertad del corazón hace falta distancia física pero además distancia emocional. Y eso es hoy más difícil porque tienes que tomar la decisión de desconectar con esa persona en todas las redes. Hay que tomar la decisión, no basta con pensar “hace mucho que no lo veo” cuando se sigue “enganchado” porque se sigue revisando su página Facebook o se sigue en Twitter, etc. Hay que poner distancia real entre ambos para recuperar la libertad del corazón.
La recomendación para establecer relaciones sanas es ordenar el mundo digital y ser libre al utilizarlo para un bien. Como en todo lo que se refiere a los sentimientos y deseos, no basta seguir los impulsos sin más, sino pasarlos por la razón y la voluntad para elegir seguirlos o decidir no seguirlos.
Y este es un buen lugar para aprender a utilizar las redes sociales:
https://youtu.be/jbqKPxxHyOA (*) Instituto Coincidir; Eduardo Navarro, Fundación Desarrollo y Persona