En los últimos cinco años, ¿habéis preguntado alguna vez a un niño: “¿qué
quieres hacer cuando seas mayor?“ Es muy probable que una de las respuestas
haya sido: “quiero ser youtuber “, o bien “influencer “.

Según la

investigación

de la profesora Emanuela Rinaldi de la Universidad Bicocca de Milán
(DI.SEA.de), estas forman parte de las profesiones en que los jóvenes de
hoy sueñan como su futuro.

Todo el mundo quiere lo mejor para sus hijos. Un trabajo estable, bien
pagado y satisfactorio, que le permita construir su futuro y cultivar sus
aficiones. Y si antes los niños soñaban con ser actores, médicos,
astronautas o cantantes, no debe sorprendernos que, en el 2020, quieran ser
youtubers.

CAMBIA LA SOCIEDAD, CAMBIA EL TRABAJO

En enero de 2016, un informe del Word Economic Forum titulado “

The future of jobs and skills

“ , afirmaba que, en la mayor parte de los sectores, las diez profesiones
más demandadas por el mercado no existían diez años antes. Vivimos en medio
de la cuarta revolución industrial: avances en inteligencia artificial,
robótica, nanotecnología, sólo por mencionar algunos, están construyendo e
incrementando este fenómeno, que seguirá creciendo en los próximos años. El
mismo estudio indica que aproximadamente el 65% de los niños que empezaron
la enseñanza elemental en 2016, afrontarán un trabajo desconocido hoy. Si
lo pensamos bien, muchas personas con profesiones vinculadas a la
digitalización, tienen problemas para explicar a sus abuelos o a sus padres
en qué consiste su trabajo.

Aunque no sabemos muy bien qué es un analista de big data, qué hace un
social media manager, o en qué consiste la profesión de creador de
contenidos de youtube, nos damos cuenta de que son trabajos a todos los
efectos y en gran parte representan las profesiones que, en un futuro
próximo, serán más solicitadas.


CÓMO APOYAR A LOS JÓVENES A ENFRENTARSE MEJOR CON EL FUTURO

1. COMUNICARSE CON ELLOS

El primer paso es ciertamente comunicarse con ellos: entender lo que
realmente les interesa y apasiona, y por qué. Llevarán a un mundo quizá
desconocido, hecho de app, game play y directas instagram; los más audaces
podrían estar implicados en un desafío tik tok.

No tengáis recelos, procurad comprender por qué ese contenido o una
determinada actividad interesa tanto a vuestros hijos, y tratad de
descubrir y reflexionar con ellos sobre los aspectos positivos y negativos.


2. ORIENTARLOS EN LOS PROGRAMAS DE FORMACIÓN EVITANDO PREJUICIOS

Otra pieza fundamental es intentar orientarles mejor en su programa de
formación para ayudarles a lograr sus objetivos. Escuelas, colleges y
universidades de todo el mundo están completando los currículos académicos
con enseñanzas innovadoras, para garantizar la formación en materias que
reconozcan las transformaciones sociales de la tecnología y su rápida
evolución.

Muchos países han comenzado a incluir la informática como parte de los
planes de estudio nacionales. En los Estados Unidos, cuarenta y cuatro
estados integran la informática como parte de su núcleo académico. Y son
más de veinticinco los países del mundo que han anunciado planes para
ampliar el acceso a la informática.

Un problema muy común en la elección del programa de formación, sobre todo
para los adolescentes, es volcar en los hijos, de por sí confundidos y
desorientados, nuestras propias aspiraciones y creencias.

Los nuevos planes escolares y las nuevas asignaturas no siempre son objeto
de conocimiento o de lectura por parte de los mayores.

Por ejemplo, en Italia, la antigua “contabilidad “,se llama hoy
“administración, finanzas y marketing “, y quien quiera estudiar
aparejador, debe matricularse en “construcción, medio ambiente y territorio
“; no todos tienen claro que los institutos profesionales, además de los
planes de carreras de cinco años, permiten obtener una cualificación
regional al concluir el tercer año, y existen numerosos institutos que
ofrecen programas innovadores relacionados con las profesiones del futuro,
o con el desarrollo de competencias artísticas y digitales.

En definitiva, si la tecnología avanza deprisa, el campo de la formación se
mueve al mismo paso: es fundamental informarse, y tomar en consideración
las aspiraciones de los chicos, sus intereses tanto a nivel escolar como
extra escolar, para orientarlos mejor.

3. SER GUÍA EN SU PRESENTE PARA PREPARLES PARA EL FUTURO

Aunque los jóvenes de hoy son más independientes y están más familiarizados
con la tecnología que los adultos, no debe perderse el papel de los padres.
Siempre tendrán necesidad de puntos de referencia, sean profesores, padres,
parientes o amigos. Hay que hacerles comprender que también ser “youtuber “
requiere una profesionalidad, competencias técnicas y que, siendo un
trabajo a todos los efectos, tiene responsabilidades que se deben poner en
práctica, y habilidades que han de ser aprendidas. Y si “en la vida no se
termina nunca de aprender”, esto resulta más cierto todavía en la sociedad
digital.

A pesar de que hoy tenemos todo al alcance de un clic, hace falta siempre
la relación humana, y en la base de todas las profesiones y actividades hay
valores éticos y morales, que sólo la relación humana podrá enseñarles. Los
campesinos de antes, aunque no tuvieran una educación formal, enseñaban lo
esencial de la vida a sus hijos, que podrían luego llegar a graduarse en la
universidad. La formación es más que la educación. Precisamente por eso,
los buenos padres escuchan con atención y sin prejuicios: para orientar sus
opciones, hay que entender qué está en juego, y ayudar a los hijos a
discernir entre lo superficial (sin quizás nunca llamarlo así, para evitar
que dejen de escucharles), y lo importante y necesario.

Los jóvenes son indispensables para el crecimiento de un país y para el
futuro del mundo; por esto, deben ser apoyados y alentados. ¡No tengáis
miedo de cambiar, e animadles siempre a ser protagonistas de su futuro!

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