La televisión continúa siendo el medio dominante para los jóvenes, aunque cambie el modo de verla
Este “número” del portal lo dedicamos casi exclusivamente a la televisión.
La televisión sigue siendo el medio dominante para los jóvenes, aunque cambia el modo de verla, como revelan los datos del último estudio de la Family Kayser Foundation www.kff.org/entmedia sobre los hábitos de consumo medial en Estados Unidos, relativos al 2009 y publicados en enero del 2010.
Si bien es cierto que el tiempo transcurrido ante el televisor, mientras se emiten los programas, ha descendido (éste ha pasado de 3 a 2.40 horas al día), ha aumentado el consumo total de programación televisiva vista, pues ahora hay que añadir nuevas plataformas de consumo (internet, móbiles, iphones, grabaciones y programas a la carta). El total de consumo televisivo ha pasado de 3.45 a 4.30 horas.
Una “jornada de trabajo” ante los medios de comunicación
La atención de los jóvenes entre 8 y 18 años a los medios de comunicación social en Estados Unidos ha aumentado de 6.20 horas a 7.40. Esto significa que un joven dedica casi la jornada laboral de un adulto al mundo virtual suministrado por los medios (tv, internet, videogames, música, etc.), con la diferencia que un adulto descansa el fin de semana de su trabajo.
Suponiendo que un niño o un joven duerma 8 horas, le queda un tercio de su día para el resto de las actividades: escuela, comidas, deporte, estar con los amigos, etc. En realidad, cada vez más, esas actividades “naturales” están permeadas del mundo “artificial” de los medios. Antes las niñas se dormían con una muñeca en la cama; ahora niños y niñas descansan seguros con el móbil bajo la almohada. La cultura mediática envuelve el mundo de un niño y un joven como la presión atmosférica.
La causa de esta explosión de consumo se debe a la transformación de los móbiles en nuevas plataformas de distribución de contenidos. Los teléfonos celulares y el Iphone o similares van camino de convertirse en el supermedio a través del cual se hace todo: se ve la televisión, se llama, se envían mensajes, se juega, se está conectado a internet, se escucha música…En realidad esta nueva plataforma borra las fronteras entre soportes mediales y se convierte en prolongación virtual de la persona (visión macluhaniana optimista), o un chip que nos tiene enganchados ininterrumpidamente al mundo virtual de los medios como un consumidor potencialmente ilimitado (visión pesimista).
La actividad reina de niños y jóvenes sigue siendo la música. Escuchan alrededor de 2.30 horas diarias. En el gusto por la música no han cambiado mucho respecto a las generaciones anteriores. Ha cambiado solo la multiplicación de medios que permiten esa actividad. A mayor edad, más música se escucha. Los adolescentes alcanzan una media de 3 horas al día.
La lectura continúa siendo la cenicienta entre las actividades de los niños y jóvenes. Además decrece: ha pasado de 43 a 38 minutos al día. Y, si bien no se trata de un cambio estadísticamente significativo, el único consuelo que resta a profesores y a quienes escriben e imprimen libros es que la lectura de libros se mantiene igual (25 minutos). Pierden jóvenes lectores los periódicos y las revistas.
Los modos de ver televisión no se han modificado: casi el 70% ve la televisión a la vez que hace otras cosas (usa el computer, lee, se entretiene con un videojuego, compone y envía sms, etc.) y 7 de cada diez dispone de televisor en su cuarto. Eso sí aumenta el número de quienes tienen acceso a televisión de pago en su cuarto y además disponen de videoregistrador y, de consecuencia, estos ven una hora más de televisión respecto a la media (3,5 versus 2.5 horas).
Ha crecido, como era de esperar, el tiempo invertido en Internet, visto que el 93 % de los encuestados dispone de un ordenador en casa, con acceso permanente a Internet (84%) y de alta banda además en la mayor parte de los casos (54%). No es de extrañar entonces que un 33% del total de niños y jóvenes tenga acceso on-line desde su dormitorio. Las actividades más populares entre ellos es el social networking (Facebook y Myspace dominan como redes sociales más usadas) y ver videos o jugar con video juegos on-line.
Correlaciones significativas
El estudio de la Kayser Family Foundation, fiel a su tradición metodológica cuantitativa cada más refinada, ofrece sólo datos externos de consumo y no entra en los contenidos vistos, salvo en el caso de algunos videjuegos más populares, ni tampoco examina los posibles efectos de esa fruicción. Sin embargo, descubre algunas correlaciones entre esos datos que son muy significativas para la sociedad en su conjunto, para las autoridades y para las familias. Selecciono algunos de esos hallazgos:
a) Quienes consumen más dieta medial obtienen peores resultados académicos y están más descontentos. Esto no indica una relación causa-efecto, en cuanto que la correlación estadística puede ir en la otra dirección: quienes estudian menos y están más aburridos de la vida, se vuelcan más en los medios. En cualquier caso, “algo hay”.
b) La mediación de los padres es clave en el tiempo y modo de consumir contenidos mediales. Por ejemplo, los chicos cuyos padres no permiten televisor en los dormitorios, no dejan la tele encendida durante las comidas o ponen determinadas reglas de uso, dedican bastante menos tiempo a los medios que los hijos de padres más condescendientes.
c) El incremento de consumo más significativo se da en el paso a la adolescencia, y afecta especialmente a la televisión. La media de horas dedicadas a los medios en la franja de edad de los 11 a los 14 ed de 8.40 horas (recordemos que la media total es de 7.20).
d) Finalmente, la raza y la pertenencia al grupo étnico son predictores de consumo. Los afroamericanos y los hispánicos consumen más que los blancos.
Así, por ejemplo, la media diaria de atención a la televisión es de 5.54 horas entre los afroamericanos, 5.21 entre los hispánicos y 3.36 entre los blancos.
Anotaciones metodológicas del estudio
Kayser Family Foundation ha hecho tres series de estudios sobre los hábitos de consumo de los medios por parte de los jóvenes y niños estadounidenses (1999, 2004 y el actual).
La muestra está integrada por 2.002 estudiantes de 8 a 18 años representativos de toda la población escolar, con un margen de error del 4% para el total de la muestra, que puede ser mayor en algunos subgrupos. La unidad de muestreo son las escuelas. Todas las escuelas del país han tenido la misma posibilidad estadística de integrar la muestra. El cuestionario, escrito, ha sido proporcionado a los alumnos mientras un supervisor cualificado de la Fundación estaba disponible para resolver las dudas.
El estudio introduce por primera vez la distinción entre dos medidas, la de“exposición total” a los medios y “consumo total”. El parámetro de exposición total divide por medios la atención prestada a cada uno, con independencia de que pueda ser simultánea a dos o varios (ver tv y leer, por ejemplo). En el segundo caso, las actividades mediales multitasking se agrupan. En este artículo hemos tenido en cuenta solo el consumo total agrupado, que es una medida más significativa para padres y educadores.