Digital Report 2024: hábitos y tendencias digitales en el mundo
¿Cuánto tiempo pasamos en línea? ¿Preferimos la televisión o las redes sociales? ¿Qué países están más conectados en línea y cuáles menos?
El nuevo “Digital 2024 Global Overview Report”, publicado en colaboración con Meltwater y We Are Social, responde a estas y otras preguntas, revelando una serie de tendencias, consumos y hábitos digitales en el mundo. Vamos a descubrir algunos.
1. Aumenta la población mundial conectada
Un primer dato interesante es que aumenta, a nivel global, el número de usuarios de telefonía e Internet. Esto nos indica que los países menos avanzados tecnológicamente están siguiendo el resto del mundo.
El 69,4% de la población mundial total ahora utiliza un dispositivo móvil, con un aumento global de 138 millones (+2,5%) desde principios de 2023.
Más del 66% de todas las personas en la Tierra ahora utilizan Internet. Los usuarios de Internet han crecido un 1,8% en los últimos 12 meses.
El uso de las redes sociales también sigue aumentando. De hecho, la noticia principal del informe de este año es que ahora hay más de cinco mil millones de identidades de usuarios activos en las redes sociales. El número de identidades en las redes sociales ha aumentado un 5,6% en el último año.
La última investigación de GWI revela que el usuario típico ahora pasa 2 horas y 23 minutos al día en las redes sociales. Sumando las horas de cada usuario, la humanidad tracurrirá un total de 500 millones de años en las redes sociales en 2024. Por muchas críticas que se hagan a las redes sociales, está claro que responden a una necesidad: la de sentirnos conectados unos con otros.
2. Más de 1 de cada 3 personas sigue desconectada de la red en el mundo
Aunque estar conectado virtualmente se está convirtiendo cada vez más en la norma en muchas partes del mundo, y las cifras sobre el número de usuarios y el tiempo pasado en línea son impresionantes, más de 2,7 mil millones de personas siguen desconectadas en todo el mundo, con India que alberga más de 680 millones de “no conectados”. Además, África central sigue teniendo tasas de adopción inferiores al 50%.
De los últimos diez países con menor presencia en Internet, siete son africanos, con la República Centroafricana que acaba de superar el 10% de usuarios en la población total.
Al mirar a estos “oasis”, donde la tecnología no ha invadido todos los aspectos de la vida, surge la pregunta de si hay algo que los hiperconectados pueden aprender de los menos conectados. Sin duda, la vida es más lenta, pero ¿es necesariamente más aburrida o hay algo que podríamos y querríamos recuperar?
3. La vida en la web
El usuario típico de Internet ahora pasa 6 horas y 40 minutos en línea cada día.
Esto supone un aumento de casi el 1% en comparación con el mismo período del año pasado. Si se cuenta un promedio de 400 minutos por usuario al día, el mundo pasará un total de 780 billones de minutos utilizando Internet este año, lo que equivale a casi 1,5 mil millones de años de existencia humana colectiva, aunque hay diferencias significativas entre países y especialmente según la edad. En general, cuanto más anciana es la población, menos tiempo trascurre en línea.
La diferencia más notable en el arco de diferentes edades es que los más jóvenes son más propensos a utilizar las redes sociales que a utilizar aplicaciones de chat y mensajería.
Cuanto más joven se es, de hecho, más se siente la necesidad urgente de relación y pertenencia a una “comunidad”. Entre los jóvenes, además, se percibe más la necesidad de aprobación. De ahí la búsqueda de “me gusta” reconfortantes, de los cuales el anciano puede prescindir serenamente.
4. Disminución del tiempo frente a la televisión
Cuanto más crece el hábito de conectarse con otros en las redes sociales y navegar por Internet, menos tiempo se pasa frente al televisor. El usuario típico de Internet ahora pasa 17 minutos al día menos viendo contenidos televisivos que en el mismo período del año pasado, con una caída del 8,2% interanual.
En promedio, sin embargo, los usuarios de Internet en edad laboral aún pasan más tiempo viendo contenido televisivo que utilizando las redes sociales y, a pesar del reciente declive, podemos esperar que la televisión siga desempeñando un papel central en la vida cotidiana de las personas durante muchos años.
5. TikTok contra Instagram y otras plataformas en crecimiento
La audiencia publicitaria global total de Tik Tok ahora es casi tan grande como la de Instagram. Los datos en los recursos publicitarios de Byte Dance muestran que los anuncios de Tik Tok ahora llegan a una audiencia global de 1,56 mil millones de usuarios cada mes.
Esto es solo un 5,5% menos que el último dato de Instagram publicado en los recursos publicitarios de Meta, que a principios de 2024 llevaba la audiencia publicitaria global de la plataforma a 1,65 mil millones.
Sin embargo, al comparar el público adulto entre los países disponibles, la audiencia publicitaria reportada por TikTok podría ser hasta un 30% más grande que la audiencia publicitaria de Instagram.
India sigue siendo el mercado más grande de Instagram y los últimos datos de Meta muestran que los anuncios de Instagram llegan a una audiencia total de casi 363 millones en ese país asiático.
En general, el comportamiento más común de los usuarios es utilizar ambas plataformas cada mes, lo que significa que es probable que se alcance a muchas de las mismas personas en cada plataforma.
Los últimos datos muestran que los usuarios activos mensuales de Facebook han aumentado en 91 millones. Otra plataforma en crecimiento es LinkedIn. Los datos publicados en los recursos empresariales de LinkedIn revelan que los especialistas en marketing ahora pueden llegar a más de mil millones de “miembros” utilizando los productos publicitarios de la plataforma. Finalmente, este también es el año de Snapchat, que parece estar ganando cada vez más visibilidad e interés por parte de los usuarios.
Una investigación que nos ayuda a reflexionar
¿Qué nos dicen todos estos datos? ¿Cómo podemos interpretarlos?
Entre las numerosas conclusiones a las que podemos llegar, una cosa es segura: el mundo es de hecho cada vez más digital. Además, podemos notar que las amistades y la solidaridad humana también pueden ser fortalecidas por algunas redes sociales. Pensemos en WhatsApp, que permite mantener y avivar relaciones, incluso a distancia. Dejar un mensaje de voz a una persona, por ejemplo, permite demostrar cercanía e interés, incluso cuando esta última, por cualquier motivo, no ha podido responder a la llamada telefónica clásica.
Instagram y Facebook, al igual que todas las redes sociales que se basan en el mecanismo de la vitrina (mostrar aspectos de la propia vida, pensamientos, productos), son menos útiles para relaciones íntimas y personales; sin embargo, se pueden utilizar para publicar contenido que edifique o traiga esperanza a quienes nos siguen.
El punto no es tanto estar o no estar en las redes sociales, sino cómo estamos en ellas: ¿con inteligencia o superficialidad, para hacer el bien o por vanidad?
En otras palabras, las redes sociales no necesariamente nos aíslan, si se utilizan como medio y no como fin. Lo más importante es no olvidar la belleza de las amistades reales, tangibles, concretas, de relaciones hechas de miradas, palabras, sonrisas compartidas. El verdadero desafío, fuera y dentro de las redes sociales, es crear y mantener relaciones humanas valiosas. Con este fin, la tecnología es útil, nos favorece en muchos aspectos, nos permite llegar a cualquier lugar, derribando barreras. Pero no permitamos que nos quite la parte más hermosa de la vida, es decir, los encuentros.