Cuatro reglas de oro para proteger la intimidad de nuestros hijos
Cuando se habla de menores y de respeto de su intimidad, la consigna debería ser “cautela”. Pero ¿es así siempre?, ¿se pone la necesaria atención cuando se tratan las imágenes y los datos sensibles de los más pequeños?
En estas líneas, ofrecemos unos consejos prácticos para respetar el derecho a la intimidad de los hijos.
En las redes sociales pululan fotos de menores: se trata de un fenómeno a la vista de todos.
Cada vez más adultos deciden compartir en sus perfiles imágenes de sus hijos, no siempre conscientes de los riesgos de este comportamiento.
Recientemente, en el artículo Nuestros hijos no son trofeos para las redes sociales. Cómo proteger su intimidad, hablábamos de cómo el deseo de mostrar a los hijos en la red puede convertirse en algo obsesivo. Además, trata los peligros vinculados a la proliferación de fotos de niños online, en primer lugar la pedo-pornografía, un problema más real y cercano de lo que pensamos.
Ofrecemos aquí algunas sugerencias, para evitar posibles situaciones lamentables.
1. Puedes dejar a los hijos fuera de la red
Para evitar problemas, lo primero que se puede hacer es no compartir en la red imágenes de menores. Es comprensible y sano el deseo de mostrar a familiares y amigos íntimos fotografías o vídeos que inmortalizan momentos importantes de los hijos, pero esto se puede hacer sin usar las redes sociales. Es posible enseñar vídeos o fotos directamente a quien deseéis, con el móvil, con la máquina fotográfica o por medio de álbumes de fotos en papel (¡sí, todavía existen!).
2. Si necesitas utilizar Internet, usa preferiblemente canales privados
Quizá las personas a las que queremos enseñar fotos de los niños no se encuentran físicamente cerca, porque viven en otra ciudad o incluso en otra nación.
En este caso (aparte de que las fotos se pueden imprimir y enviar por correo), para compartir las imágenes en forma rápida y barata puede ser útil recurrir a Internet. Nuestro consejo es dar preferencia a los canales privados, no a los públicos, para enviar fotos y videos. Por ejemplo, mejor un email o whatsapp que Instagram o Facebook.
Si quieres confiar en una red social privada y “segura” por sus condiciones de privacidad, recomendamos «Signal», que resulta fácil de instalar en el móvil y funciona como los chat de whatsapp.
3. Evita primeros planos y “pixela” las caras de los niños
Si a pesar todo, deseas compartir públicamente fotos familiares (por ejemplo, imágenes de vuestras vacaciones en las que también aparecen los hijos), un modo para protegerles es no colgar imágenes con primeros planos de los niños, o colocar un dibujo, un emoticón o cualquier otra cosa tapando las caras, para que no sean identificables.
4. No cuelgues nunca fotos de niños desnudos
Evita del modo más absoluto publicar imágenes de niños desnudos, aunque sean bebés. Por ejemplo, no compartas imágenes de cuando los bañamos o mientras juegan en la playa.
Como se explica en un artículo publicado en la edición italiana del Huffpost, aproximadamente la mitad de las fotos de niños que circulan en la red acaban en manos de indeseables.
Es un porcentaje demasiado alto, como para no examinarnos de cómo vivimos este aspecto de nuestra vida online, y para decidirnos a cambiar de rumbo si están en peligro nuestros hijos.