Un año de zapping
Un año de zapping, Observatorio de Medios del MOIGE. Movimiento Italiano de Padres coordinado por Elisabetta Scala dirigido por Alessandra Caneva y Daniela Delfini. Ediciones Magi, 2011, pag. 276.
Los libritos maduran y crecen hasta convertirse en libros.
En nuestro caso está bien decirlo, parafraseando las célebres novelas de Louisa May Alcott, tan conocidas en Italia, en las que unas mujercitas alcanzan la madurez (“Mujercitas” y “Las Mujercitas crecen”): con las publicación del 2010-2011, Un año de zapping alcanza ya su cuarta edición. Comenzó como apuesta editorial original para pasar a ser un verdadero y propio volumen de referencia en el panorama de la crítica de la programación televisiva en Italia.
El objetivo del Observatorio de Medios del MOIGE, editor del volumen, es siempre el mismo: ofrecer un instrumento válido para orientar a las familias sobre los contenidos de la televisión, a través de una guía crítica y detallada de más de 130 programas, transmitidos en horario de público juvenil por parte de los canales generalistas, digitales y satelitales. Se trata de un servicio de educación a los medios que las familias han considerado siempre muy necesario y que se ha llevado adelante gracias a las numerosas indicaciones del público que llegan diariamente al MOIGE, frente a la exasperación y al embrutecimiento de la oferta televisiva italiana.
Los programas son analizados tanto desde un punto de vista técnico, como desde el sociológico (social y cultural), con particular atención a los mensajes transmitidos y a las ideas que se presentan. La ficha descriptiva de cada transmisión ofrece, además de una breve síntesis sobre los datos de producción (duración, autores, director, audiencia, transmisión), una verdadera recensión crítica con particular referencia a la idoneidad o no de la visión por parte de los menores. La valoración del programa se expresa con símbolos: un bidón se asocia a los programas de escasa calidad, mientras que la estrella es símbolo de calidad. El pulgar hacia abajo se usa para los programas no aptos para menores, mientras que el pulgar hacia arriba indica los programas aptos para todos. Siempre está presente la indicación sobre la franja de edad para la cual el programa es o no adecuado. Por último, la concha, símbolo de MOIGE, se utiliza para indicar los que se consideran “mejores” programas con contenidos aptos para toda la familia.
La novedad importante de esta cuarta edición es una sección especial dedicada a los dibujos animados. Además se presta una particular atención a toda la programación de series de ficción de las principales cadenas (Rai y
Mediaset), por obvios motivos: es un tipo de producto que alcanza actualmente los niveles más altos de audiencia y que, por lo tanto, influye con mayor intensidad en los valores y modelos de consumo, culturales y educativos. Entre las distintas recensiones críticas cabe señalar en particular la relativa a una serie muy seguida en Italia sobre la vida ordinaria de una familia romana, los «Cesaroni». Se trata de una serie que se retransmite por la noche en Canal 5 y a la que ahora, en su cuarta temporada, se le asigna una valoración negativa. El motivo es sobre todo el cambio o evolución de «género»: de simpática y brillante como era al inicio, se ha transformado esta temporada en un formato mucho más cercano a la telenovela, con menos impulso y más drama, sobre todo en lo relacionado con las tramas sentimentales. El resultado es un producto menos relajado, con una mayor dificultad para hacer reír.
Entre las recensiones más positivas, mencionamos, sin duda, » Hanna Montana» la serie de televisión de Disney que cuenta la historia de una joven americana que decide tener una doble vida: la de una famosa cantante, Hanna Montana, y la de una estudiante normal y corriente. Este secreto lo conocen sólo su familia y sus amigos más íntimos. El programa ha merecido la concha, es decir, la valoración máxima del MOIGE, por la calidad y por los valores positivos que transmite, que la convierten en una serie apta para todas las edades. En ella, la familia adquiere un valor insustituible, así como la amistad. Cada episodio busca ofrecer una lección de vida, con ejemplos concretos de virtudes, sin
desembocar en el paternalismo. Entre las recensiones negativas, podríamos citar también la relativa a «Gran Hermano», que quizá merece la palma de peor programa del año. Es un reality show con una tal completa ausencia de contenidos e ideas y una vulgaridad sin límites que quizá en este caso la crítica podría considerarse superflua porque la tosquedad del programa habla por sí misma.
En definitiva, también esta nueva edición de Un año de zapping es un óptimo producto editorial que alcanza plenamente su objetivo de servicio público, de orientación a las familias. Si se puede apuntar una crítica, o al menos sugerir una mejora para la próxima edición, señalamos la necesidad de incluir recensiones de otros programas también muy seguidos en la televisión generalista, pero que se emiten en horarios de público más adulto. Permitiría una orientación y una visión crítica de estos casos, teniendo presente que muchos jóvenes ven la televisión también (y sobre todo) fuera del horario recomendado.
Nota: en italiano “Piccole donne” e “Le Piccole done crescono”,
literalmente “Mujercitas” y “Las mujercitas crecen o maduran”.