Crónica y sensaciones de un reportaje de tres días desde l corazón de
la manifestación.

Existen muchas formas de hablar sobre la familia. Se puede hacer a través
de una canción, o de un libro, ya sea un ensayo o una novela, o con una
simple poesía. Los más creativos podrían pensar en una exposición de
pintura o de fotografía que inmortalice, por ejemplo, escenas de la vida
cotidiana o extraordinaria. Incluso la publicidad puede ser una forma para
relatar la evolución, los gustos, los cambios de la familia, y de hecho a
menudo lo es junto con los programas de televisión, aunque lo haga de forma
estandarizada e idealista, distorsionada por lógicas comerciales y muy
lejana a la realidad. Pero si hay un medio que supera a los demás en su
intento de contarnos la familia con gran inmediatez, verdad y fuerza
expresiva, ése es el cine, con su magia particular y su grandiosa capacidad
de involucrar a los espectadores.

Si está bien hecha, una película es el mejor modo, y no sólo el más poético
y emotivamente persuasivo, para contarnos las historias, las sensaciones,
las dificultades, las emociones de padres e hijos, con toda su complejidad
vital, a veces también dramática. Éste ha sido el hilo conductor que ha
guiado la selección de todas las películas presentadas al Fiuggi Family Festival de
este año, un evento que ha alcanzado ya su VI edición y que se ha celebrado
del 21 al 28 de julio.

Las películas proyectadas han sido numerosas y todas de gran calidad. El
ganador del Festival ha sido Touch of the light, conmovedora
película inspirada en la verdadera historia del pianista Huang Yu-Siang,
que se interpreta a sí mismo. Nacido ciego, en la adolescencia decide
afrontar el mundo real, dejar la familia atrás e ir a la ciudad para
realizar estudios de piano en el conservatorio. Allí conoce a Jie, una
joven guapa pero insatisfecha que trabaja en un puesto de bebidas y sueña
con ser bailarina. Cuando Jie e Yu-Siang se hacen amigos, la gran
determinación, el optimismo y la paz interior de Yu-Siang inspiran y
estimulan a Jie a seguir el sueño de ser bailarina profesional. El segundo
puesto ha sido para la película iraní The pearl. Es la historia
(con buen final) de un niño y de su hermanita que se ponen a buscar una
perla preciosa de color negro para encontrar el dinero necesario que cubra
la operación de corazón de su padre. Entre las películas que no entraban en
concurso cabe mencionar

Bianca come il latte rossa come il sangue (Blanca como la leche, roja
como la sangre)

, una de las películas italianas más taquilleras de este invierno y de la
que ya hemos publicado un

artículo

, película que ha tenido mucho éxito entre los jóvenes y los adultos
presentes en el Festival, a pesar de que no era la primera vez que se
proyectaba. Entre las otras películas proyectadas cabe señalar El hijo de la otra, de Lorraine Lèvy, El amor inesperado,
di Anne Giafferi, El Sol dentro, de Paolo Bianchini, y Vida de Pi, de Ang Lee.

La presidenta del Festival, Antonella Bevere, ha recogido la difícil y
compleja herencia dejada por su marido, Gianni Astrei, que fue el creador y
fundador del Fiuggi Family Festival y que por desgracia desapareció
prematuramente hace algunos años en un accidente de montaña. En estos años
Antonella Bevere ha llevado adelante el proyecto con tenacidad, pasión y
amor, no obstante los escasos medios, los pocos recursos financieros y el
débil apoyo de las instituciones públicas, también las locales. A su lado
han estado miembros de su familia, y también muchos voluntarios y
profesionales que han entendido la visión y la importancia de un proyecto
como éste.

La edición de este año ha sido rica en películas de elevada calidad, que
han ofrecido la ocasión y el escenario adecuado para hacer reflexiones
importantes sobre la familia y sus problemáticas, abriendo a la vez nuevos
horizontes y perspectivas. Señalamos también el fuerte entusiasmo de los
organizadores y de todos los voluntarios, que han buscado con empeño y
profesionalidad hacer especial el Festival durante toda la semana. Es
preciso, sin embargo, ofrecer algunos comentarios críticos y sugerencias
recogidas entre los visitantes, con un espíritu de sincera y constructiva
colaboración y con la convicción de que puedan ayudar a mejorar el
Festival:

  • sería conveniente contar con financiación pública, puesto que otros
    festivales italianos muy similares se benefician de ella
    abundantemente, y a veces ni siquiera con mérito. Tal financiación
    ayudaría a dar mayor visibilidad a la manifestación, a nivel nacional e
    internacional, no solo desde el punto de vista promocional, sino
    también enriqueciéndola con nuevas iniciativas, actividades e
    invitados;
  • parece necesaria una mayor implicación del Forum de las asociaciones familiares y una mayor movilización
    de las familias. No se trata sólo de conseguir una simple
    representación oficial, sino de alcanzar una demostración práctica y
    real de que la familia en Italia es una realidad presente y viva,
    preparada para dar testimonio de sí misma, también con ocasión de
    eventos de encuentro y diversión como estos;
  • toda una semana de programación, en tiempo difíciles y de crisis, quizá
    es excesiva. Es casi imposible seguirla por completo ya sea por parte
    del público (familias, estudiantes…) como por parte de los
    profesionales de este campo (periodistas, medios, asociaciones…).
    Sería más indicado un fin de semana largo o al máximo cuatro días,
    donde concentrarse y optimizar al máximo todas las actividades,
    evitando así días «muertos» o de escasa actividad;
  • concentrar toda la atención sobre la reseña cinematográfica parece
    reductivo. Es verdad, el cine es el mejor instrumento para hablar de la
    familia, el más poético y el más sincero. Pero quizá sea un error dejar
    de lado los otros medios (televisión, prensa, radio, internet…) y las
    nuevas realidades que están marcando y cambiando la sociedad actual
    -familia incluida-, como las redes sociales, los videojuegos, o las
    chat…. Conviene, por tanto, mantener abierto, como en las ediciones
    pasadas, un debate sobre estos nuevos fenómenos y dedicarles un espacio
    específico, para permitir a las familias profundizar en el tema,
    expresando dudas, formulando preguntas y avanzando propuestas y
    soluciones.
  • finamente, recogiendo las impresiones de los jóvenes presentes, ha
    surgido la necesidad de introducir actividades colaterales para
    involucrar más chicos y chicas que acuden con sus padres, por ejemplo
    torneos de fútbol o laboratorios de escritura creativa o de poesía. De
    esta forma se podría crear una participación más activa e interesada
    por parte de los jóvenes, evitando presencias perezosas o pasivas.

Soy consciente de las grandes dificultades organizativas y de los esfuerzos
que un festival nacional de este tipo puede comportar. Pero, precisamente
porque sostengo la importancia de realidades como el Fiuggi Family Festival y el bien que pueden hacer en la
construcción de proyectos reales y positivos para la familia, nos parece
oportuno llevar a cabo críticas y ofrecer nuevas perspectivas, sin
escondernos detrás un testimonio falso e inútil -por no decir dañino- donde
todo se presenta con los colores de la perfección. Se trata de un desafío
que merecer ser lanzado para que pueda ser recogido por el Fiuggi Family
Festival y por las familias.

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