Bluey: la serie animada que está arrasando en todo el mundo
Los niños son un poco rutinarios; en la rutina, de hecho, encuentran seguridad y estabilidad. Sin embargo, no puede ser solo por esto que Bluey sea desde hace meses – o más bien, desde hace años – la serie animada preferida de mis hijos, ¡sin competencia alguna! “¿Qué tiene de especial?”, me pregunté al verla con ellos. Una vez, mientras me emocionaba – como sé que les pasa a muchos otros padres – en uno de los muchos episodios que también enseñan a los adultos cómo convivir en familia, traté de identificar y recopilar los puntos fuertes de la serie.
1. La complicidad en la relación entre hermanas
Bluey, la protagonista de la serie animada, es una perrita muy simpática e inteligente. Tiene una mamá, un papá y una hermanita llamada Bingo. Las dos hermanas son cómplices: discuten a menudo, pero siempre encuentran la manera de hacer las paces y de entenderse; juegan, se divierten, a veces se aburren, pero es en esos momentos cuando su creatividad saca a relucir los mejores pasatiempos. A los niños les encanta ver a estas perritas inventar nuevas formas de estar juntas y pasar las tardes en casa. ¿La televisión? Casi ausente. Las perritas, de hecho, tienen “cosas mejores” que hacer.
2. Los padres están muy unidos
Los padres de Bluey y Bingo están muy unidos: después de varios años de matrimonio, demuestran que aún les gusta bromear, buscan la compañía del otro y disfrutan pasando tiempo a solas (algo que muchas veces no se piensa: ¡pero es un legado valioso para los hijos aprender que la vida de pareja se cultiva!). No son perfectos: a veces discuten y se reprochan algunas cosas, como pasa en todas las familias; pero la unidad es su punto fuerte. Este es otro acierto de la serie: los niños ven una familia unida, no “formalmente”, sino de manera concreta. Y la unidad da seguridad a los más pequeños.
3. Juegan juntos con frecuencia
La mamá y el papá de Bluey tienen sus propios espacios, trabajan, tienen amistades y se aseguran de que sus hijas sepan que un padre no es “solo” padre. Sin embargo, pasan mucho tiempo con las pequeñas. Les encanta jugar en familia. El papá, divertido y ocurrente, se mete en diferentes roles. Una vez es el paciente de una clínica, otra vez se convierte en una muñeca de trapo. En otra ocasión finge haber nacido el día anterior y que debe aprender todo de las niñas. La disposición del padre para entrar en su mundo de juego y fantasía – sin perder su autoridad paterna – es motivo de risa para los pequeños espectadores. Al mismo tiempo, están intrigados por esta figura: ¿qué se inventará la próxima vez?
4. Los miedos y problemas se pueden compartir
En la familia de Bluey, nadie es dejado solo. Los miedos, los problemas, incluso las ansiedades más tontas a primera vista, se comparten y se afrontan juntos. Durante un tiempo, Bingo ya no puede dormir sola. Le asusta la oscuridad. La mamá la ayudarán con paciencia a recuperar la serenidad en su habitación, junto con su hermana, pero sin ceder a llevarla a la cama de los padres, lo que equivaldría a confirmar que los miedos de la niña tienen fundamento. Con dulzura, ingenio y paciencia lograrán hacerle entender a la pequeña que su habitación es un lugar acogedor y seguro, y que papá y mamá están en la habitación de al lado, listos para acudir ante cualquier necesidad.
5. Amar no significa ser impecables, sino aceptarse en lo bueno y en lo malo
Los niños, al ver esta serie, aprenden a tener una mirada comprensiva hacia los defectos de los demás, incluso los de los “grandes”, que son tan falibles como los pequeños. En algunos episodios vemos la paciencia de los padres al límite; otras veces “compiten” para ver quién podrá disfrutar de un poco de descanso mientras el otro responde a las demandas de las hijas. Los padres de Bluey son “humanos”, tienen límites, no siempre están en su mejor momento, no siempre tienen las mismas energías. Los niños, al verlos, reconocen en ellos a sus propios padres: a veces entusiastas, a veces terriblemente cansados. Y, sin embargo, el amor también implica esto: aceptar los momentos difíciles del otro.
6. La serie está basada en una historia familiar real
¿Dónde se puede ver la serie animada? Actualmente está en Disney+. Su popularidad está creciendo en muchos países. Se la recomendamos si desean disfrutar con sus hijos de una relación padres-hijos que ha sido descrita como “muy profunda y muy divertida”. Es interesante saber que Joe Brumm, el animador y escritor australiano que creó la serie en 2017, se inspiró en su propia experiencia como padre. Él también es papá de dos niñas. Quizás por eso la serie resulta tan bonita, pero, sobre todo, tan auténtica y verdadera. Detrás de la familia representada en la serie, probablemente haya una familia unida, normal, real, que ha descubierto el secreto para disfrutar del tiempo juntos.