Un Congreso sobre la familia, un congreso familiar
“La Familia, Escuela de Derechos Humanos” ha sido el tema del XVIII Congreso Internacional de la Familia, organizado por la IFFD ( International Federation for Family Development) y que se ha celebrado en Valencia (España) los días 1 y 2 de octubre:
http://www.iffd.org/familycongress2010.
Se dieron cita más de quinientos matrimonios de 51 países para debatir temas como el impacto social de la familia, su repercusión económica, el beneficio de tener hijos y el lugar que ésta debe ocupar en la agenda política y en los organismos internacionales, además de presentarse experiencias concretas de acción positiva a favor de la familia en los diversos países, especialmente en el ámbito de la orientación familiar. El ambiente del Congreso era llamativamente festivo e incluso familiar, no obstante el nutrido número de personas y lenguas representadas.
Es ya la segunda vez que el Internacional Federation for Family Development, organismo muy conocido por la promoción de la orientación familiar en todo el mundo, incluye el argumento de los medios de comunicación en su relación con la familia como uno de los temas centrales de sus congresos. Armando Fumagalli, catedrático de la Universidad Católica de Milán y consultor de la productora Lux Vide, habló sobre la imagen de la familia en la televisión. Con un enfoque positivo, destacó que la familia natural, con sus valores humanos y cristianos, tiene cabida en la programación, pero es necesario presentarla con imaginación y calidad profesional, pues la producción audiovisual es un ambiente muy competitivo. Se trata de un desafío que tenemos por delante.
El Secretario General de la IIFD, Vidal-Quadras, recordando a Rafael Pich, el iniciador y principal promotor de los cursos de la IFFD, afirmó que “es frecuente considerar la familia como la solución para muchos problemas -la pobreza, la delincuencia, el orden social, la crisis demográfica, etc.; sin embargo, ese planteamiento ve la familia “instrumentalmente”, como un medio, cuando en realidad su valor fundamental reside en que es un fin en sí misma: todas las asociaciones e instituciones deben ponerse al servicio de la familia, porque sirviendo, sosteniendo y ayudando a la familia, sirven a cada una de las personas que la integran”. Como es sabido, los cursos de la IFFD se basan en este principio fundamental, de modo que no sólo promueven la familia como “institución”, sino que buscan mejorar cada familia, una a una, persona a persona.
Durante esas jornadas en Valencia, contemplando gente de los cinco continentes comprometida en “hacer familia” y formar a la familia, quedó claro que se trata de una tarea global y no sólo de una emergencia crítica de la cultura occidental. No dudo de que todos hemos vuelto a casa llenos de energía para promover mejor estos cursos, y con muchas ideas que poner en práctica.