¿Las mujeres vienen de Venus y los hombres de Marte? Un simpático documental noruego ironiza sobre la teoría de género
Desde hace un tiempo circula en la red un documental – que sería deseable proyectar en las escuelas o simplemente ver en familia o entre amigos- muy útil para entender cómo la teoría de género -teoría que sostiene la inexistencia de una diferencia biológica entre hombres y mujeres y que pretende llegar a una igualdad uniforme- es científicamente infundada.
El vídeo http://www.youtube.com/watch?v=2sblNk2aPzE&feature=youtu.be (subtítulos en español) ha sido realizado con humor e ironía no por un periodista científico sino por Harald Meldal Eia, un humorista de la televisión noruega. Pero esto no significa que su trabajo sea una broma. Su calidad es de alto nivel, como lo son las personas entrevistadas así como los estudios científicos de los que se da cuenta.
El reportaje documental parte del el mito de los países escandinavos como faro de igualdad y de civilización, donde la igualdad de sexos es ya un hecho social y, además, tan arraigado que los roles masculinos y femeninos son indeferenciados.
Exactamente lo que sostiene la teoría de género, según la cual los roles de género son eliminados para liberar a las mujeres de todos esos condicionamientos sociales, psicológicos, históricos y culturales unidos a su ser mujeres. La fórmula para realizar una igualdad verdadera y definitiva entre hombres y mujeres; es esto lo que se ha tratado de hacer en Noruega en los últimos decenios, a través políticas decididas acerca de los derechos sociales de la cuarta generación y con programas legislativos bien precisos donde mujeres y hombres serían ya libres de comportarse y de elegir de forma realmente igualitaria.
Distintas investigaciones y estudios científicos –que el vídeo propone con un lenguaje agudamente irónico y divertido- demuestran, sin embargo, que algo va mal. En un país como Noruega donde la “tasa de igualdad” entre los dos sexos es tan fuerte y en donde, según las premisas de la teoría del género, debería haber una paridad sustancial en las inclinaciones y en las elecciones entre hombres y mujeres, se encuentra al contrario una mayor diferencia en las preferencias entre los dos grupos, por ejemplo en las elecciones profesionales. Dicho de otra manera, a pesar de todos los esfuerzos legislativos para garantizar una perfecta igualdad, los comportamientos de los dos sexos no reflejan la anhelada igualdad, con mujeres que continúan eligiendo profesiones tradicionalmente vistas como “femeninas” (por ejemplo, enfermera) y con hombres que siguen sin embargo inclinaciones profesionales tradicionalmente “masculinas” (por ejemplo, ingeniero).
De las investigaciones realizadas surge lo que nunca nadie hubiera esperado. Es más, entre otras cosas, se constata que, precisamente en los países donde mayor ha sido la igualdad en la educación impartida a hombres y mujeres, es donde se verifica una mayor diferencia en las elecciones decisivas de vida entre los dos sexos. Este es la paradoja noruega, que el documental presenta con estudios rigurosos y que tienen la fuerza y el mérito de subrayar la base puramente ideológica y no científica de la teoría de género.
La conclusión a la que llegan los investigadores en el vídeo es que, en los países en vías de desarrollo, los trabajos en ámbito tecnológico –tradicionalmente masculinos- son vistos como el mejor medio de rescate social o como oportunidad de empleo. Por eso, por ejemplo, en India muchas mujeres eligen ser ingenieras. Al contrario, en los países más desarrollados como Noruega, donde sin embargo el nivel de civilización y bienestar permite hacer elecciones no obligadas por el sueldo o por la necesidad de sobrevivir, las personas tienden a seguir sus “inclinaciones naturales”. Por tanto, entre las mujeres se dan porcentajes bastante mayores de maestras y enfermeras que de ingenieras. En síntesis, donde existe una mayor libertad educativa y de expresión, mujeres y hombres expresan sus elecciones diferentemente. Y esta es una refutación de la teoría de género que asume, por el contrario, que exista una diferencia solo somática entre hombres y mujeres.
Para colmo de ironías, uno de los efectos inmediatos del documental ha sido la decisión, por parte del Consejo de ministros del gobierno noruego de quitar los fondos al Nordic Gender Institute, provocando su clausura.
Y ahora, antes de dejaros disfrutar de simpatico documental, un último punto de reflexión: a la luz de los hallazgos de la investigación social más avanzada que demuestra la persistente natural diferencia entre hombres y mujeres, ¿no podría ser precisamente esta diversidad la base sobre la que construir el futuro y la dignidad de toda mujer?