Entre los niños hay tabletmanía
La tableta es el dispositivo digital móvil preferido y más usado entre los niños de edad inferior a los 5 años. Lo revela un estudio realizado en 2015 por la Universidad Autónoma de Madrid y la Autónoma de Barcelona, dentro de un proyecto de investigación cualitativo que ha implicado a unas 70 familias de dieciséis países europeos. Los resultados parciales, que se refieren a las 11 familias seleccionadas en España, ya están disponibles para el público: “Niños y tecnología digital” (2016).
Más de la mitad de los niños de edad inferior a los 5 años usa normalmente la tableta, frente a uno de cada cuatro que prefiere el smartphone. Apenas uno de cada diez utiliza el ordenador. ¿Por qué a un niño le atrae más la tableta respecto a los otros instrumentos digitales? Sin duda por la usabilidad que las tabletas ofrecen, gracias sobre todo a las grandes pantallas táctiles, manejables e intuitivas, y que se prestan bien a un uso lúdico y de entretenimiento, que es precisamente lo que buscan los niños.
Niños y tecnología digital: qué nos revela la investigación
Los niños perciben la tecnología como algo positivo, sobre todo porque va unida a la diversión. Exactamente lo contrario de los padres, que ven la tecnología como un “enemigo” porque impide a sus hijos hacer actividad física o relacionarse de forma sana con los demás. Aunque luego admiten que a menudo usan la tecnología para entretener al niño.
La tableta, como era de suponer, es usada principalmente por los niños para jugar, ver vídeos y dibujos animados y, con menor frecuencia, para ver libros digitales, por ejemplo cuentos y fábulas.
En cuanto al tiempo transcurrido viendo dibujos animados, la investigación revela que seis de cada diez niños por debajo de los 5 años los ve normalmente 1 hora al día. Y tres de cada diez lo hace menos de 1 hora al día.
Uno de los datos más interesantes de este estudio es que los niños están acostumbrados ya a usar la tableta de forma autónoma, a la par que peluches u otros juegos. Las reglas de uso son establecidas por los adultos, pero la fruición sucede en la mayor parte de los casos en plena autonomía, al contrario que el ordenador o los teléfonos que son usados sin embargo de forma más limitada y controlada, casi siempre con la supervisión de los padres. Poquísimos niños usan el móvil a esa edad, aunque no funcionen sin conexión a internet o sin tarjeta SIM. En resumen, parece que los padres se sienten más seguros si dejan entre las manos de sus hijos una tableta respecto a un móvil y que a los niños esto les gusta mucho, sobre todo porque la gran pantalla de estos dispositivos les permite jugar y divertirse mejor.
¿Pero cómo y de quién aprenden a usar la tableta? Según los investigadores, los niños aprenden solos a usar la tableta y los otros medios digitales, observando a sus propios padres y a otros familiares, especialmente los hermanos más mayores y los primos.
Niños y tecnología: ventajas y desventajas
Según la investigación española, entre las ventajas de este precoz aprendizaje está la posibilidad de familiarizarse desde el inicio con dispositivos que necesariamente serán parte integrante del futuro de estos niños, en la escuela, en la vida social, en el trabajo.
En cuanto a los riesgos, los investigadores señalan que los niños pueden ser expuestos a contenidos inapropiados (como el sexo, la violencia o el lenguaje vulgar) durante su actividad on-line. Sin embargo, el estudio precisa que ninguna familia del panel ha revelado experiencias negativas, si bien hay que notar que algunos de los padres del estudio consideran los sistemas de control parental una forma no del todo eficaz de filtro y de defensa.
De esta experiencia de estudio, los investigadores recomiendan animar lo más posible al autocontrol del niño en el uso de las tecnologías. Educar a los propios hijos en el dominio de sí ya a esta edad es fundamental para su desarrollo y crecimiento.
Las recomendaciones finales de la investigación
En la conclusión de su estudio los investigadores ofrecen recomendaciones específicas para los padres. Tres se pueden señalar especialmente:
1. Controlar siempre el tiempo. Un niño no puede pasar más de una hora y media al día delante de la pantalla de una tableta o de otros dispositivos digitales.
2. Conocer y controlar siempre los contenidos. Los contenidos deben ser adecuados a la edad de los niños. Esa supervisión de la navegación on-line debe ser discreta.
3. Estar presentes. Es decir, participar en el juego o en la visión de los contenidos desde el principio, buscando el diálogo y el debate. La intromisión en el juego ya comenzado nunca es oportuna. Es vista por los niños como una invasión intempestiva de su espacio y a ese punto sería duro obtener su aprobación y su consenso. El consejo por lo tanto es el de favorecer las experiencias digitales en las que está implicada toda la familia, para poder limitar (no excluir) el uso digital.