El libro The End of Woman (El Fin de la Mujer) es una obra que marcará un “antes y un después” en los emergentes estudios que pretenden seguir explicando una de las ideologías más comentadas en nuestros días: el feminismo. En efecto, en un mundo crecientemente “feminista”, a fuerza de despreciar la imagen del varón de modo progresivo, en el que incluso se ha llegado a afirmar que un auténtico cristiano –o en su defecto, un auténtico demócrata– no puede darse el lujo de “no ser” feminista, resulta de suma importancia repensar rigurozamente dicho movimiento ideológico desde sus intenciones verdaderas, abrevando de sus fuentes originales, las cuales nos han de llevar a dialogar con la racionalidad de un grupo selecto de mujeres controversiales que entendieron la vida de la mujer a su manera, actuando en consecuencia un sus propias vidas, propagando sus ideas de modo particular y, evidentemente, sujetas a una revisión sesuda.
La Dra. Gress afirma en estas páginas de fácil lectura que el feminismo es esencialmente una ideología dedicada a erradicar el famoso “patriarcado” opresor masculino. Para lograrlo, y quizás de modo inconsciente, el feminismo se radicalizó y consiguió normalizar el comportamiento masculino como la norma social y con ello atentar contra la feminidad de la mujer. “Lo más grave que nos sucede –afirmó mi maestro Rafael Alvira– es la progresiva desaparición de lo específicamente femenino, es una situación que se caracteriza, como toda modernidad, por el predominio del poder, es decir, del elemento masculino, que es principal” (Filosofía de la Vida Cotidicana, 2001, p. 20). Esto lo podemos demostrar tomando en cuenta la promoción del aborto como un derecho inalienable de la mujer, lo cual ha conseguido que en ciertas partes del mundo se abortén más mujeres que varones. No puede faltar el fenómeno de la pornografía y sus nuevas variantes “domésticas” presentes en la cultura TikTok y OnlyFans, ambas plataformas dominadas por mujeres que exhiben sus cuerpos a cambio de cantidades estratosféricas de dinero. También, somos testigos de la cantidad de atletas masculinos “trans” que se identifican como “mujeres” para poder competir y ganar los torneos femeninos, argumentando que “Trans-women are women”. En definitiva, el feminismo ha dejado a la mujer en una extraña ambivalencia que la mantiene en un permanente estado de auto-explotación (con un incuestionable éxito profesional, claro está), infelicidad e insatisfacción, con una considerable dependencia del estado, en constante guerra con el varón y alejada de la maternidad.
Pero no todo está perdido, pues para la Dra. Gress (esposa y madre de 5 hijos) considera que solo a través del redescubrimiento de la verdadera feminidad –desde la óptica de la maternidad– será posible que nuestra sociedad decadente se vuelva a poner en pie. A esta misma tesis se suman autoras de gran calado como es el caso de Suzanne Venker, Mariolina Ceriotti Migliarese o María Calvo. A la par, nos habla de la necesidad imperante de que la mujer haga las paces con el varón de modo definitivo, así como con la posibilidad de la maternidad. No menos importante, también será necesario que la mujer haga las paces con ella misma, lo cual será posible si lo hace cara a Dios. “La puerta está abierta –nos dice la Dra. Gress– las luces están encendidas… vuelve al hogar”.