Scegliere un film 2015, San Paolo Ediciones, Milano (precio 19.50 €, 278 páginas).

No hace falta ser muy duchos en cine o fanáticos de él para percatarse de que son realmente muchas las películas que cada año se estrenan en las salas cinematográficas. Y, como es sabido, cuanto más amplia es la oferta, más difícil la elección.

Entonces, puede que nos preguntemos: ¿pero, cómo se hace para elegir un filme? ¿Cuáles son realmente de calidad y cuáles, en cambio, aun no valiendo mucho, tienen éxito porque avalados por trabajo sistemático de publicidad?

Desde 200 existe un volumen de reseñas cinematográficas que nació para satisfacer esta demanda: «Scegliere un film» (Elegir una película), coordinado por Armando Fumagalli, catedrático de Semiótica en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán y director del Máster universitario en Escritura y producción para cine y ficción, y por Raffaele Chiarulli, doctor en comunicación en la susodicha universidad, con la colaboración de varios expertos y críticos del sector. No obstante el cambio de editorial, la colección ha conservado su identidad y la función que desempeña.

En el libro hallamos las reseñas de las principales películas que se han estrenado en el último año.

Además del título, el director, los nombres de los actores principales y la trama, los reseñadores brindan unas claves de lectura para valorar los filmes desde un punto de vista narrativo y antropológico. Trazan los aspectos que consideran problemáticos e indican el tipo de audiencia a la que va dirigido (adultos, chicos, niños, todos, etc.).

Los autores de las reseñas se sirven también de las célebres estrellas (de 1 a 5) para sugerir, de forma inmediata, cuál es el valor de la película.

De gustibus non est disputandum, suele decirse cuando hablamos de obras de creación artística lograda, o presumiblente artística. Y es justo por esto que el gusto puede ser compartido, orientado e incluso educado.

De hecho, algunos podrían pensar que no existen criterios compartidos para catalogar las cintas «de calidad» o que, aunque existieran, los gustos subjetivos podrían llegar a influenciar las críticas. Cada uno tiene su propia sensibilidad, su carácter, su propia historia.

No cabe duda de que una película, en cuanto obra de arte, nos interpela a cada uno con su propio bagaje interior, único e irrepetible: es normal que en cierta medida la subjetividad entre en juego, así como es claro que lo que afirma quien hace una reseña no ha de considerarse como «ley», ni está sentado en bases matemáticas. Sin embargo, es también cierto que en todo contexto existen unos parámetros de alguna forma «objetivos» para distinguir los productos de calidad de los meramente comerciales, que son resultados de modas pasajeras.

Los autores de las reseñas en cuestión en cierta medida han dejado de lado sus gustos personales. Lo que los aúna, junto a la profesionalidad y experiencia en el sector de los medios de comunicación (adquiridas trabajando como guionistas, editores de historias e investigadores en el campo), es su visión cristiana del ser humano.

Sin quitar importancia a la valoración personal, Scegliere un film podría ser una contribución realmente interesante y útil para los que quisieran contar con un «equipo de expertos» en el campo de la industria cinematográfica y de la serialidad televisiva para decidir, con conocimiento de causa, a cuáles películas dedicar su tiempo y a cuáles, en cambio, no prestarle mucha atención.

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