domenica, Dicembre 22 2024

Resulta más que legítimo que Steve Jobs y Apple reduzcan la convivialidad (que viene de la palabra latina convivium, esto es «conversación sobre la vida») a recurso retórico para ganar a la competencia de productores de dispositivos informáticos.

«El IPad es convivial y se usa muy bien en familia. ¿Hay algo mejor que diez juegos para jugar juntos con otros tantos dispositivos, de forma menos asocial, respecto a la pantalla de un PC que se interpone entre ellos?». Así es como en una página web para usuarios de tabletas (tablette_tactile.net) se hace eco de la auto-presentación del sistema operativo Mac, «esencialmente convivial» (Apple.com).

Janell Burley Hofman es una madre que, tras una genial intuición, le regala a su hijo Gregory de 13 años un IPhone acompañado de un contrato con todas la pautas para el buen uso del móvil. Este contrato, que al cabo de un tiempo y tras su publicación en el Huffington Post se ha convertido en viral, nos brinda una comprensión de la convivialidad mucho más amplia. La señora Hofman, que además de Gregory tiene otros cuatro hijos, supo aprovechar del éxito mediático obtenido y hasta llegó a publicar un libro cuyo llamativo título lo dice todo, «iReglas. Lo que cada familia tecnológicamente sana ha de saber sobre selfies, sexting, gaming y educación»

(iRules: What Every Tech-Healthy Family Needs to Know about Selfies, Sexting, Gaming, and Growing up).

A través de su famosa bitácora, mamá Janell orienta a otros padres, a la vez demostrando que no sólo Apple sabe hacer negocios, sino que ella también, aunque a menor escala.

Nutrir y educar a cinco hijos sin duda le sirvió para que su ingenio despertara.

De hecho, ya se sabe, hoy en día es todo un florecer de consejos sobre nuevas y utilísimas aplicaciones que descargar para la familia y para cualquier tipo de necesidad. Al respecto pueden leer nuestro artículo

¡Las mejores app para mamás super ocupadas!

Tableta electrónica o mesa de comer: ¿evolución o muerte de la convivialidad?

Fabrice Hadjadj (1971), filósofo y ensayista francés, de familia judía agnóstica y convertido al catolicismo en 1998, cree que poner al mismo nivel mesa, tablet y convivialidad no es un buen negocio, y lo explica aguda y provocadoramente en uno de sus ensayos que forman su último libro:

¿Qué es una familia? La trascendencia en paños menores (y otras consideraciones ultrasexistas)
, Editorial Nuevo Inicio, Granada 2015, p. 210.

¿La mesa del comedor, la mesa familiar o la mesa del convite fundan la convivialidad que la tableta electrónica revindica? Para confutar la arrogante presunción comercial, Hadjadj ofrece un abanico de argumentaciones entretejidas de fenomenología casera e ironía. Bienvenidas sean, pues, las razones filosóficas –mejor si son agudas, asequibles y chistosas como es el caso– para reforzar la experiencia común. Basta tan sólo con echarle un vistazo a este simpático anuncio del Pepper Hacker, que ya les presentamos en nuestra web, para que fortalezcamos nuestros buenos propósitos personales y familiares. En el anuncio se ve cómo la madre ejerce su autoridad, suave y la vez imperiosa, como es típico de la matriarca del hogar, apagando los dispositivos electrónicos de su marido e hijos que están sumergidos cada uno en su propio mundo virtual gracias al “mando universal”, sapientemente escondido bajo el inocente disfraz de un molinillo de pimienta, esto es, el letal pepper hacker.

Una periodista de la BBC que, para realizar un programa sobre el estado de la familia en Gran Bretaña, entre otras, visitó una escuela primaria hebrea la mañana de un sábado, fue testigo de una representación sobre lo que hubieran visto los niños esa misma noche alrededor de la mesa a la hora de la cena (el shabbat). La periodista quedó cautivada por la fuerza de esta institución totalizante, y les preguntó a los niños cuál era el momento del shabbat que más amaban. Un crío de cinco añitos le contestó: «es el único día de la semana en el que papá no tiene que salir corriendo de casa”. Tras la entrevista, la periodista, una gran experta en psicología infantil, le dijo al rabino jefe de Londres: «Rabino jefe, ese shabbatt suyo está salvando el matrimonio de sus padres». Había comprendido el núcleo duro del shabbat, la mesa sagrada de los judíos.

“Quien come y canta algún sentido le falta”

Como conclusión a su brillante ensayo, Hadjadj cita este fragmento del libro de los Proverbios «La sabiduría ha edificado su casa, ha labrado sus siete columnas; ha preparado su manjar, ha mezclado su vino, ha puesto también su mesa» (Pr 9, 1-2). Y a continuación se pregunta de forma provocadora: «¿Cómo debemos interpretar estos versos del libro de los Proverbios? El lenguaje es metafórico, sin duda; ¿tal vez se trata de una metáfora que podría sustituirse con otra más consone con nuestro siglo?, ¿puede decirse, y aun mejor: «La sabiduría ha fabricado un tablet, ha multiplicado las redes Wi-Fi, ha compartido sus mejores momentos en Instagram?».

No, definitivamente no, «el culto católico acabó con la pregunta. Hay una “santa mesa”, no habrá un “santo tablet” y ningún iPad del mundo podrá con la empresa”.

Que le guste o no a Apple y a la industria de la publicidad, y sin querer demonizar a nadie, hay que recordar, parafraseándolo, un antiguo dicho popular: «quien come y juega algún sentido le falta».

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