El 60% de los niños con menos de dos años utiliza el smartphone de
sus padres. Estamos hablando de los nativos digitales, es
decir, todos esos niños modernos, nacidos tecnología en mano, que cada vez
pasan más tiempo pegados a dispositivos electrónicos. Pero, ¿es justo
abandonarlos en manos de las pantallas iluminadas?

Hay quien apoya la tecnología –los más- y quienes la
consideran perjudicial –los menos-. ¿Cómo están realmente las cosas por lo
que se refiere a los niños?

Niños digitales: pros y contras

Hoy existen tabletas para niños, pensadas para usar
aplicaciones con fines educativos, y especializadas para distintas franjas
de edad. Con los dispositivos tecnológicos, los más pequeños pueden aprender lenguas extranjeras,
hacer ejercicios de lógica y dar rienda suelta a la imaginación y a su
creatividad.

Y es innegable que comenzar desde muy jóvenes a utilizar los dispositivos
tecnológicos permite desarrollar al máximo las capacidades cognitivas,
aunque estar expuesto de manera continua a informaciones diversificadas y
estimulantes puede reducir -al menos de modo parcial- la capacidad de
concentración.

También los especialistas, en particular sociólogos y psicólogos,
dicen que los beneficios de la utilización de dispositivos digitales para niños, bajo
la atención y la vigilancia de un adulto, son mayores que los riesgos.

El problema de fondo no es la tecnología, sino el uso y el enfoque que le
den los padres, que a veces se aprovechan de la tecnología únicamente para
aplacar las exigencias y los caprichos de los niños.

Extasiados ante los colores y las animaciones, permiten a sus padres
dedicarse a sus cosas sin ser molestados. Pero estos modernos “canguros”
también suponen riesgos para la salud de los niños, que aumentan con el
pasar de los años, en especial:

  • El
    aislamiento psicológico de los niños;
  • La fatiga de la vista provocada por un uso prolongado
    de los instrumentos tecnológicos.

La utilización de la tecnología por los niños

Según la encuesta efectuada por el Centro de Salud del Niño de Trieste, en
colaboración con la Asociación Cultural de Pediatras, el 60% de los padres
permite a sus hijos de 2 años usar el celular. Pero este ingreso precoz en
la virtualidad perjudica el proceso de crecimiento de los niños, que en
cambio necesitan conocer la realidad con sus cinco sentidos.

En definitiva, si es cierto que se habla de nativos digitales y que no es
posible frenar el avance de la tecnología, es igualmente cierto que los
niños deben tener un correcto desarrollo psico-físico, y la utilización
compulsiva de smartphone y tablet no les ayuda.

Sus actividades deben estar bajo el control de sus
padres
, como subrayan las directrices de la Academia Americana de Pediatría.

Directrices de la

American Academy of Pediatrics

(AAP) para la utilización de la tecnología por los más pequeños

  • Los niños de edad inferior a 18 meses no deberían ser
    expuestos a las pantallas, a menos que no estén video-chateando con
    parientes.
  • Los padres de los niños de edades comprendidas entre 18 y 24 meses
    deberían ver con sus hijos espectáculos educativos y aplicaciones. Esto
    puede mejorar la calidad del aprendizaje de los niños.
  • Los niños de 2 a 5 años deberían utilizar instrumentos
    tecnológicos durante una hora al día al máximo. Los padres deben
    vigilar e interactuar con los niños cuando usan los dispositivos.
  • Los niños de edad superior a 6 años deben estar bajo
    control de los padres cuando usan dispositivos electrónicos. Los padres
    deben asegurarse de que el tiempo de pantalla no influya en el sueño de
    los niños, o en sus actividades sociales y físicas.
  • Independientemente de la edad,
    los padres deben establecer horarios y lugares de la casa designados
    como zonas «sin instrumentos tecnológicos». En estas áreas, todos los
    dispositivos electrónicos deben estar apagados o no ser utilizados.

Por supuesto, más allá de estas líneas guía, para los niños es

fundamental tener una relación continua con sus padres y con sus
coetáneos

, basada en el diálogo y no sólo relegada a la tecnología.

Un uso responsable y guiado es la mejor solución, y permitirá a esta
generación vivir la modernidad sin perder de vista la vida real, y sin
renunciar a nada de la infancia, también a pelarse las rodillas corriendo
detrás de un balón.

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