Janell Burley Hofmann, una mujer estadounidense y madre de cinco hijos, se
hizo famosa por entregar el primer iPhone a su hijo de 13 años junto con un
contrato real, en 18 artículos, con las normas de uso.

He aquí cómo sucedió y lo que su experiencia puede enseñarnos…

“El contrato de Gregory”

Una tarde, Hofmann estaba envolviendo un nuevo teléfono móvil, que iba a
ser el regalo de Navidad para su hijo mayor Gregory, cuando le asaltó una
terrible duda: ¿Podrá mi hijo seguir esperando sin tener que navegar? ¿Será
capaz de manejar esta herramienta sin ser completamente absorbido por ella?

Estas preguntas le hicieron sentir la necesidad de explicar en qué
condiciones se podía aceptar el regalo.

Y a partir de esta experiencia se le ocurrió escribir el libro : iRules. Cómo educar a hijos hiperconectados, que contiene 18
normas que abarcan diversos aspectos del uso digital en la familia.

El texto salió a la venta en 2014; está escrito con un lenguaje cautivador
e ingenioso, y con un tono deliberadamente ligero. Puede ser una ayuda
valiosa para los padres que se encuentran con los mismos problemas que el
autor.

Y efectivamente, El contrato de Gregory, que lleva el nombre del
niño, ha sido un gran éxito, y no sólo en Estados Unidos. Ahora, varios
sitios digitales de orientación para padres lo ofrecen, a veces sin citar
la fuente: el sentido común no tiene derechos de propiedad intelectual.
Además, Hofmann tiene su propia página web, muy bien diseñada y con
recursos muy útiles.



Detrás del comportamiento de los hijos, el trabajo de los padres

La autora, que está inmersa a diario en los problemas que describe, habla
con un profundo realismo y muestra soluciones concretas, sugiriendo que
detrás del comportamiento de un adolescente siempre está el trabajo (o la falta de trabajo) de los padres.

La premisa fundamental del libro es la siguiente: la tecnología cambia
muchas cosas, pero es importante centrarse en lo que permanece.

A los que tienen miedo de embarcarse en la tarea de educar en el mundo
digital, les dice que no hace falta ser licenciado en informática para
educar a sus hijos, aunque parezcan tan buenos en el uso de las
herramientas digitales, a menudo mucho más que los adultos.

La mejor manera de superar los retos actuales y futuros”, dice Hofmann, “es
volver a los fundamentos de la educación de los hijos… Los padres deben
identificar y perfilar los principios y valores que sustentan su
orientación educativa, y adaptarlos y aplicarlos a la tecnología.

He aquí algunas ideas del libro.

Regla nº 2: “Siempre sabré tu contraseña”

La regla nº 2 puede ciertamente molestar a un hijo, celoso de su intimidad.
Pero, ciertamente, en cualquier ámbito el diálogo entre padres e hijos es
vital. Incluso cuando se trata de lo que ocurre en Internet, es esencial
establecer y mantener un diálogo (nos corresponde a los padres fomentarlo).
En vez de “espiar”, es siempre mucho mejor preguntar, hablar, esperar a que
él se abra primero.

Sin embargo, dados los peligros de la red, los padres tienen el deber de
proporcionar a sus hijos una protección adicional, especialmente a una edad
más temprana.

Si percibes que algo va mal en el comportamiento de tu hijo y te resulta
difícil tratar el tema (es decir, notas que el niño pone una barrera
insuperable), puede ayudarte acceder al smartphone.

La regla n° 3 se refiere al sueño

“El truco para crear un ambiente propicio al sueño es apagar los teléfonos
móviles y similares al menos una hora antes de acostarse”. No sólo lo dice
Hofmann: médicos y pediatras coinciden cada vez más en que apagar los
dispositivos electrónicos mucho antes de acostarse favorece el sueño.

El autor responde a las objeciones más comunes: “¡Es mi despertador! –
Consigue un despertador”. “¡Lo uso para leer! – Compra un libro”. “¡Quiero
escuchar algo de música! – Consigue una radio”, y así sucesivamente.

Normas de buena educación en línea

A continuación, la autora señala varias normas de buena educación on line, de respeto a los demás, que podrían resumirse en esta
regla: “No uses el teléfono para decir cosas que no dirías en persona”.

La regla 14 se refiere al “Miedo a quedarse fuera”, bien conocido por
cualquier padre, y principal razón para comprar un smartphone.

Hofmann ofrece una respuesta que tiene que ver con la educación en general:
En su opinión, hay que trabajar el sentido de autoestima y gratitud de los
niños, que va mucho más allá del dispositivo tecnológico.

“Podemos hacer mucho para que los chicos estén agradecidos por lo que
tienen, para que sus puntos de referencia no se vean desplazados por lo que
les ocurre a sus compañeros”.

¿Cómo hacerlo? El primer paso es educar en la gratitud: “La gratitud es
contagiosa. Da las gracias por todo”.

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