Los nuevos aparatos surgidos de la tecnología digital como el smartphone, la tableta o el ordenador están sustituyendo a los
viejos medios en nuestras costumbres diarias. Y los jóvenes, en particular,
prefieren navegar por internet y elegir por su cuenta los contenidos que
quieren ver en otras plataformas distintas de las anteriores.

YouTube
es la plataforma más seguida. Ofrece gratuitamente una cantidad casi
inconmensurable de vídeos y para todos los gustos, desde videoclips
musicales a películas, de tutoriales a documentales. Cada uno por tanto
puede hacerse su programación personal. YouTube es un
terreno fértil también para aquellos que tienen ideas creativas y
contenidos originales para compartir con los otros usuarios. En el lenguaje
de internet son llamados YouTubers.

Quién son los YouTubers

Los YouTubers son normalmente jóvenes, a menudo
adolescentes, que abren su canal en YouTube para ofrecer
los vídeos gratuitos a los usuarios. Algunos se focalizan sobre temas
particulares, en particular videojuegos, moda, cine y música, ofreciendo
recensiones, comentarios, guías de uso. Otros dan simplemente consejos,
también de naturaleza práctica, por ejemplo cómo tener un look más
atractivo o cómo pasar de un nivel a otro en un videojuego. Otros hablan
principalmente de sí mismos, de su vida, sin temas específicos en
particular, mientras hacen algo divertido o alocado, para crear una
atmósfera surrealista o descomedida que suscita simpatía y humor. Su
lenguaje es coloquial, en perfecto argot juvenil, libre y sin guión. La
autoironía y el trash no faltan nunca: son la sal y la pimienta
con la que condimentar todo abundantemente.

Algunos YouTubers de simples usuarios principiantes se han
convertido en poco tiempo en divos, seguidos por cientos de miles de fans.
Un verdadero y propio punto de referencia para muchos adolescentes. ¿Un
nombre entre otros? PiewDiePie que cuenta con 50 millones de
inscritos en su canal y más de 10 mil millones de visualizaciones. Datos
impresionantes que envidiaría cualquier programa de televisión. Sus vídeos
consisten en breves sketch cómicos mientras se auto regaña jugando a los
videojuegos. Pero hay muchos otros. Entre las chicas, por ejemplo, es muy
seguida Yuya, una estrella en México donde es considerada una de
las blogueras más influyentes en el ámbito de la moda y el maquillaje. Su
canal YouTube registra más de mil millones de
visualizaciones y 11 millones de inscritos.

YouTubers: ¿por qué gustan tanto?

Hay que partir del presupuesto de que todo adolescente tiene sus ídolos: a
menudo cantantes, jóvenes actores o personajes del mundo del deporte. Entre
estas categorías hoy han entrado también los YouTubers, que con su estilo fresco, espontáneo, directo, amigable y
no sometido al artificio de un guión, han ganado terreno entre los más
jóvenes.

Pero ¿por qué gustan tanto? En primer lugar gusta precisamente esta
espontaneidad. La “normalidad” de estas estrellas
adolescentes les hace apreciables a sus coetáneos. El público que les sigue
se ve en ellos y se identifica con ellos. En otras palabras, los YouTubers gustan a los jóvenes precisamente porque son
jóvenes como ellos, con sus mismos gustos, pasiones, problemas,
sentimientos y emociones. Son vistos como el compañero de escuela o el
vecino de la puerta de al lado y no como estrellas. Esto aumenta el sentido
de confianza, la estima y el vínculo con ellos.

Pero el éxito no se basa solamente en esto. Los YouTubers
ofrecen también contenidos que gustan, divierten e informan, y que resultan
ganadores frente al aplanamiento de la programación televisiva decidida por
dirigentes de plantas superiores. Si la televisión ya no es capaz de
ofrecer programas que suscitan interés real en los jóvenes, la migración
hacia plataformas como YouTube se hace irreversible.

La responsabilidad social de los YouTubers

Sin embargo hacer el YouTuber no debe ser nada fácil. A
parte del compromiso “profesional” de encontrar diariamente ideas y
contenidos creativos válidos y que puedan gustar al propio público, es
necesario tener en cuenta también el peso de la propia responsabilidad ante
los cientos de miles, si no aveces millones, de personas que les siguen.

No por casualidad, hace algún tiempo el Papa Francisco se reunió en
Vaticano con 12 Youtubers entre los más influyentes de la
red, procedentes de distintas partes del mundo. “Sois responsables de
vuestras palabras”: este ha sido el mensaje que el Santo Padre ha querido
dar a estos jóvenes, consciente de cómo sus acciones y sus palabras
ejerciten una gran influencia en muchísimos otros. Papa Francisco ha
subrayado cómo estos YouTubers tienen una gran
responsabilidad ética y social frente a quien les siguen, les imitan y les
conceden confianza. Es un patrimonio de credibilidad y humanidad que no
debe ser dilapidado y que debe emplearse para lo mejor.

En el fondo, éste puede ser el verdadero desafío de estos jóvenes influencers: ayudar al mundo a redescubrir el significado y el
misterio del lenguaje. En el estruendo de la civilización moderna es
necesario recuperar el sentido del silencio y la fuerza simbólica de los
gestos. A veces de hecho basta un abrazo, un beso, una caricia para
comunicar emociones y sentimientos y las palabras no sirven. Queridos YouTubers, ¡a vosotros el desafío!

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